Un nuevo y polémico patrocinador podría llegar a Ferrari en 2018
Ferrari podría estar a punto de recibir a un nuevo patrocinador para la próxima temporada, y éste podría llegar acompañado de polémica.
El equipo Ferrari se ha llevado un duro golpe en los últimos meses al marcharse uno de los patrocinadores que más dinero aportaban a sus finanzas, el Banco Santander. En Maranello se han visto obligados a buscar nuevos apoyos y ya podrían haberlos encontrado, en una empresa dedicada a los cigarrillos electrónicos, Iqos.
Iqos es especialista en esta tecnología “menos grave” que el consumo de tabaco y podría desembarcar en la Fórmula 1 si la legislación se lo permite y las negociaciones con Ferrari llegan a buen puerto. No hay que olvidar que los patrocinios relacionados con tabaco están prohibidos en el deporte, y en muchos países se trata igual a este tipo de aparatos que al tabaco convencional.
Para Ferrari la llegada de Iqos sería realmente importante, no solo por el dinero que pudieran aportar ni porque rellenarían el hueco dejado por el Santander, sino porque pertenecen a Philip Morris, la empresa dueña también de Marlboro, histórico patrocinador de Ferrari desde hace más de treinta años.
Marlboro apoya económicamente a la escudería italiana desde 1984, aunque desde 2010 no luce ni un solo logo. Obtienen rentabilidad a esta inversión de 90 millones de dólares mediante otras vías, como eventos, pintando códigos de barras en los coches o simplemente colocando detalles blancos en ellos, tratando de que los aficionados vean en los monoplazas algo parecido a una cajetilla de tabaco.
Según publica el diario ABC, quien saca a la luz la posibilidad de que Iqos patrocine a Ferrari, el producto del que estamos hablando es la apuesta de Philip Morris para superar en ventas incluso a su empresa líder, Marlboro, o al menos para mantenerse en el mercado tras el auge de este tipo de utensilios en los últimos años.
Este cigarrillo electrónico, en cuyo desarrollo se han invertido más de 3.000 millones de euros, sería un 90 por ciento menos dañino que el tabaco, debido principalmente a la temperatura a la que se calienta el cigarro: aproximadamente 300 grados y no 800. En cualquier caso, el problema vuelve a estar en la legislación, que puede impedir la jugada maestra de Ferrari.
Según el citado medio, la normativa de la Comunidad Europea trata los cigarrillos electrónicos de la misma forma que el tabaco. Sin embargo, cada país está aplicando la norma a su ritmo. No sabemos si finalmente Ferrari recibirá a este polémico y poco convencional patrocinador, pero está claro que han reaccionado rápido a la marcha del Santander.