By Luis Manuel López
Reyes en MónacoLa tendencia indica que una vez más vamos a hablar largo y tendido de llantas en esta nueva entrega del Gran Premio de Mónaco. ¿Estamos llegando a un extremo?
Y me refiero a ello porque recuerdo otras ediciones de esta carrera, en las que normalmente se platicaba sobre a cuál de los pilotos favoritos le sentaba mejor correr en las calles.
O también a qué escudería podría ajustarle bien el tema de aceleración y frenada, que si las paradas tempraneras a cambiar por llantas de seco si hay lluvia. En fin, había mucho más plática.
Soy de los que aún se resisten a pensar que sólo la administración de la llanta es lo que rinde. Y aunque no dejo de reconocer que la interpretación de cómo llegar lentamente al límite del desempeño es parte fundamental, creo que siempre sobresale algo en las manos del piloto.
La frase de ?el-rey-de-Mónaco? es un lugar común gastadísimo, pero nadie le negaría el cetro a Graham Hill, Alain Prost, Ayrton Senna y Michael Schumacher. Vamos a negárselo a las llantas.
Mediano plazo
Estadísticamente los veteranos tendrían que levantar la mano para reclamar ese título, y de inmediato resaltan las venerables figuras de Raikkonen, Webber, Button y Alonso.
Los cuatro, ganadores en el Principado. El australiano y el español por partida doble, mientras que Kimi y el coequipero de Checo Pérez lo hicieron solamente una vez. Eso deja a Webber y a Alonso como elementos principales.
Si extraemos los mejores y los peores resultados de cada uno, no nos deslumbrarían los cuatro retiros de Webber y menos los nueve Top 10 de Alonso en 11 participaciones, y para seguir avanzando se puede reducir a seis veces en el Top 5.
Pero no es todo, para llegar más allá se debe comentar que Alonso es el único piloto activo que ha estado más de dos veces en el podio de Mónaco, pues lleva cuatro ascensos desde el 2006.
No hay duda que Alonso es el hombre a seguir, lo mismo que Ferrari, que le ha dado a él y a Felipe Massa un auto muy capaz sobre todo en carrera y del cual se tendría que esperar una evolución para calificar, principalmente en las apretadas calles del Principado.
En corto
Pero para hacer la comparativa un poco menos abierta, tratemos con los datos que arrojan las últimas cinco temporadas. Veamos el GP de la realeza desde la óptica de 2008 a la fecha y ahí nos encontraremos algunas sorpresas.
Para empezar, una relampagueante aparición de Lewis Hamilton, que registra una victoria en 2008, pero desde entonces viene con resultados que no corresponderían a la jerarquía de McLaren: dos quintos, un sexto y un decimosegundo.
Aquí vale hacer un paréntesis para pedir a la concurrencia no invocar a Kimi Raikkonen, quien ganó en Montecarlo en 2005, pero sobre todo porque sus años sabáticos de NASCAR y WRC, afectan dolorosamente su estadística.
Button tiene un triunfo en 2009 y un tercer puesto en 2011. Lo demás, para olvidar. Vettel fue segundo en 2010 ya con RBR, ganó en 2011 y el año pasado fue cuarto, lo que constituye solamente en un buen récord, pero nada impresionante de acuerdo a su estilo.
Por lo contrario, Alonso ha marchado en forma ascendente: décimo, séptimo, sexto, para rematar con podios consecutivos, segundo y tercero, en sus últimas apariciones.
Sin embargo, Alonso triunfó en 2006 y 2007, sin poder repetir la hazaña desde entonces.
El favorito
De acuerdo a lo que arrojan los números, con dos triunfos y siempre llegando al final en posiciones dentro del Top 5? nada más y nada menos que: Mark Webber.
¿Por qué Webber?, ¿Va a temblar? Podría ser, ya que estamos hablando del caballero que suma mejor promedio entre calificación y resultado de carrera en los últimos cinco años.
Ha conseguido dos Pole Positions, una de ellas gracias a la penalización de Michael Schumacher, dos triunfos, como sabemos, pero más allá de toda la numerología, Webber es consistente.
De eso no hay duda. El australiano parece sentirse cómodo al calificar, pues de acuerdo a sus palabras recuerda siempre la primera ocasión que corrió ahí y cómo trataba de seguir las líneas de Prost en las curvas.
Además viene motivado para aprovechar lo que se ha constituido como ?su? terreno en los últimos años y asentar un revés a su oponente máximo que no es otro que Vettel.
Pero, bueno. Solamente por hacer plática hay que meterse a escarbar a los números y sacar conclusiones extrañas. La verdad la sabremos esta semana. Veremos qué dicen sus altezas serenísimas: los neumáticos.