Se va acercando el día del despido definitivo del piloto más grande de la historia del automovilismo. Como dícen muchos medios, la retirada definitiva de Schumacher marca el fin de una era. Una era de dominio y éxitos que comenzó hace dos décadas y ha visto el resurgir de la legendaria Scuderia Ferrari para escribir con letras de oro una época sin parangón.
Todos echaremos de menos su presencia en los circuitos, a pesar de que esta ya es la segunda vez que se retira. Su regreso junto a Mercedes ha sido un fracaso total, y no por culpa del veterano piloto, sino por un exceso de confianza del equipo más una mala gestión de sus directivos.
Desde pequeño yo siempre he soñado con el regreso de las legendarias Flechas Plateadas de Mercedes a la F1, y cuando a finales de 2009 se anunció el regreso de las mismas, más poco después la vuelta del mejor piloto de la historia a los circuitos, sinceramente, yo me sentía el aficionado más afortunado del mundo.Todo era perfecto, campeones en 2009, Brawn, Schumacher, Rosberg, Mercedes... pues eso, la combinación perfecta para volver a dominar. Pero tras la odisea que hemos vivido todos con este equipo y que para colmo ahora la directiva ha decidido empezar de cero y tirar por el suelo todo el trabajo que hasta ahora han hecho, he perdido toda la fé en Mercedes y no creo que vuelvan nunca a conseguir el dominio que vinieron ha recuperar.
Aún así pienso que merecía la pena haberlo intentado, nadie es adivino para saber que puede ocurrir, y temer por las estadísticas a estas alturas es algo puramente vanal. Soy de los que piensan que pase lo que pase siempre merecerá la pena intentar conseguir hacer algo grande, y Schumacher volvió con esa intención aún sabiendo que iba a ser el centro de todas las críticas hiciera lo que hiciera, lo hizo convencido de que podía volver a hacerlo. Trístemente el equipo no llegó a funcionar como se esperaba en ninguna de estas tres temporadas, y Schumacher ha anunciado su retirada estándo física y psicológicamente tan fuerte como cualquier otro piloto, a pesar de tener 43 años, pero alegando que ya no tiene fuerzas para continuar otra temporada más.
Esta última retirada de Schumacher no será como la de 2006, sino que será un modesto y silencioso final hacia su retiro.