Senna a través de los ojos de un mexicano:
"Jo" Ramírez recuerda al brasileño a 19 años de su muerte
Ayrton Senna vive. Habita en las palabras y recuerdos de Joaquín Ramírez Fernández, mejor conocido como "Jo"
Si alguien supo los más íntimos secretos y más extasiantes victorias del brasileño, fue él, un mexicano que vivió una amistad al filo de la pista y a toda velocidad con el mítico Senna.
"Jo" es leyenda viviente de la máxima categoría del automovilismo: Participó en 479 Grandes Premios, trabajó en ocho equipos, fue coordinador de McLaren en los años 80, vivió siete títulos mundiales de constructores con la escudería inglesa. Pero sobre todo fue gran amigo del desaparecido Ayrton Senna.
"Era un persona que tenía una dedicación para su trabajo increíble, unas ganas de ganar que nunca he visto en otro deportista o corredor de automóviles, era un hombre dedicado. Todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él, aprendimos mucho de como comportarnos en nuestra vida, profesion etc; era una persona muy especial, siempre aprendí algo de él".
Y es que para Ramírez, la estela que dejó Ayrton desde aquel 1 de mayo de 1994 es permanente.
"Yo creo que lo que Ayton Senna aportó al automovilismo y a la Fórmula Uno elevó a un gran escalón más grande lo que ya era, por eso todas la nuevas generaciones lo recuerdan como el personaje que quieren aludir o igualar, por la forma como era, por la electricidad que transmitía, era un imán que robaba las miradas cuando estaba en el podio".
"Esto es lo que ha llamado mucho la atención a los jóvenes de hoy en día, que nunca lo conocieron, que no tuvieron la oportunidad de verlo correr, y en los últimos años han revivido su historia y el mundo de Ayrton Senna. Para mi fue bonito que lo hayan hecho solo por reanudar el mito, la historia y el legado que formó", señaló refiriéndose al documental inglés (Senna. sin miedo, sin límites, sin rival) que fue proyectado en la pantalla grande durante el 2010.
Bandera Roja en San Marino
El accidente fatal del novato Roland Ratzenberger el sábado 30 de abril de 1994, sería el inicio de un fin de semana negro, y para siempre recordado en Imola, donde se disputaba la tercera fecha del campeonato.
Un día después, Senna perdió el control de su Williams, dejó la pista, dejó un legado, y de inmediato se convertiría en historia, leyenda y mito.
"Lo viví con casi lagrimas. Recuerdo que una noche en el GP de Australia al final, hicimos una cena para despedirlo y yo le regalé el volante del último coche que manejó con el cual ganó la carrera. Él quería salir (de McLaren) para ganar con otros equipos, y ese día yo le dije, sí tú puedes mejorar eso con otros equipos, puedes ir a probar pero si no puedes te esperamos, que tu asiento estará con nosotros siempre", recordó.
Vettel lejos de igualar a Senna
Tres campeonatos mundiales (1988, 1990 y 1991), 41 victorias, 80 podios y 65 poles en 161 carreras son el palmarés del volante brasileño. Hazaña épica que está muy lejos de repetirse, aún y así teniendo en la actualidad a Sebastian Vettel, según el buen ojo y experiencia de Ramírez.
"Difícilmente se podrá ver a otra persona que tenga las mismas cualidades que Senna tuvo, y que tenga el mismo carisma, el mismo top de gente; yo creo que sería muy difícil, igual y ya no en mi vida, pero en una vida de joven podría ser que se vuelva a ver a un corredor de automóviles con todas las cualidades dentro de la pista y fuera como las tenía Ayrton".
Senna y Prost rivalidad hasta el final
Aún con el carisma de Senna, que atraía miradas y generaba aficionados, no todos fueron admiradores del brasileño. El más famoso y polémico de sus detractores fue su ex compañero y rival en McLaren, el francés Alain Prost. La rivalidad en las pistas se convirtió en animadversión fuera de ellas, y a ?Jo?, constantemente, le tocó estar entre la espada y la pared intentando mediar los conflictos entre sus dos amigos.
"Cuando tenían dificultades en la pista era muy difícil de controlarlos, los dos querían ganar, los dos querían ser el número uno".
Sin duda el año más complicado fue en 1988 cuando fueron coequiperos con McLaren, donde se ganaron 15 carreras, ocho Senna y siete Prost, era tal la lucha entre ellos, que si no hubiera sido por un problema de motor en competencia, Prost hubieran igualado los ocho triunfos.
"Fue muy divertido y entretenido esos dos años que estuvieron juntos, pero sabíamos que no podíamos con ellos, era muy duro tener a ambos en el equipo", recordó Ramírez, y fue así cuando Prost migró a Ferrari.
La tregua antes del adiós
La guerra entre Prost y Senna tuvo un final muy oportuno, cuando el francés compitió en su último Gran Premio, Australia, antes del retiro. Ramírez Fernández estuvo en primera fila para atestiguar años de rivalidad borrados en un solo gesto.
"Fue su última carrera en el GP de Australia en 1993. Era la última de Senna con McLaren por que se iba a ir a Williams, y era la última de Alaint Prost con Williams para ya buscar el retiro. Era una carrera en la que McLaren y Williams tenían 103 premios ganados, y el que la ganará lo convertiría en el equipo con más carreras ganadas en la Fórmula Uno de aquel momento.
Era un récord para McLaren muy importante que quería tener (Senna); para mi, era muy importante ese premio por el cambio de Senna a Williams y el adiós de Alain. Yo con Prost tuve una amistad muy grande. Entonces le dije Ayrton antes de la salida que no tenía que decirle lo importante que era esta carrera para McLaren. Él sólo me agarró la mano fuerte y ví en sus ojos lo emocionado que estaba.
Al final ganó la carrera y en el podio se encontró con Prost y después de muchos años que no se hablaban, ese día en el podio se saludaron y se estrecharon la mano, fue un día fantástico, sólo de acordarme de ese momento me emociona y me da tristeza".