El Gran Premio de Singapur fue una copia al de Italia, con Fernando Alonso en la pole y ganado de punta a punta. Nos quitamos el sombrero ante Ferrari, que demostró tener un auto muy competitivo en pistas completamente diferente, como Monza y Singapur.
Red Bull tenía el auto más rápido, pero sus pilotos no supieron aprovechar lo que tenían en sus manos, y fue Alonso, el piloto más completo del momento, quien se llevó la victoria. Un hombre muy difícil de amar, pero muy fácil de admirar.
La carrera empezó sin contratiempos. Sebastian Vettel arrancó muy bien, callando a sus críticos que dicen que los Red Bull siempre pierden en las salidas, pero nada pudo hacer ante Alonso, quien como siempre partió impecable. Los demás contendientes al título también estaban consientes que debían terminar para sumar puntos y arrancaron bien, inclusive Lewis Hamilton.
Pese a ser más aceptable que Valencia y Abu Dhabi, a Singapur aún le falta algo, ya que carece de lugares para rebasar, y cualquier intento siempre trae un alto porcentaje de riesgo, como se vio entre Webber y Hamilton. Lewis no deja ir una oportunidad, y cuando el rezagado Lucas di Grassi rodaba frente al australiano, el piloto de McLaren intentó pasar a los dos, lo que consiguió, pero no al 100 por ciento, por lo que se tocó con Webber y Hamilton salió perdiendo.
Por primera vez estuve de acuerdo con la FIA, que lo declaró incidente de carrera. Suerte para Webber, ya que normalmente la suspensión delantera pierde ante la suspensión trasera, como le pasó a Hamilton en Monza.
Con su tercer lugar, Webber no sólo conservó el liderato, sino que amplió la ventaja, pero más que nada demostró tener la madera de campeón y que logró transformar una situación adversa para sacarle jugo con un podio, pese a no levantar el acelerador con su toque con Hamilton, lo que le pudo costar muy caro.
El Gran Premio de Singapur no se salvó de tener la presencia del auto de seguridad, y esta vez lo hizo en dos ocasiones, que no cambiaron el curso de la carrera. Se mantuvo como una pelea entre Alonso y Vettel, quienes terminaron con diferencia de dos centésimas.
A sólo cuatro carreras para el final de la más emocionante temporada de F1 vista en los últimos años, la superioridad de Red Bull se ve amenazada por el increíble desarrollo de Ferrari. El F10 parece ser el auto más fuerte, y en manos de Alonso es casi invencible.
El rumor en el paddock era la duda del Gran Premio de Corea, ya que de los cinco contendientes al título, más de uno necesitará todas las carreras, y nosotros aficionados, en el sillón, también los necesitamos.
Jo Ramírez
27 Sep. 10