El sol acompañó al jet set en Montecarlo para el Gran Premio de Mónaco que terminó casi como calificaron.
Una magnífica estrategia de Ferrari, con la ayuda por el ingreso del auto de seguridad debido al accidente de Hulkenberg en la primera vuelta, le dio oportunidad a Fernando Alonso a entrar a pits por llantas duras antes que todos para iniciar su remontada. La decisión fue tan buena que de no ser frenado por Luca di Grassi, el español hubiera quedado adelante de Lewis Hamilton.
Massa calificó muy bien, pero perdió el tercer sitio al ser adelantado por Kubica. Detallitos así provocan los rumores de que podría ser su último año en Ferrari. Fernando, quien tuvo un accidente extraño en los ensayos y no pudo calificar, arrancó desde pits y remontó al sexto lugar, dándonos los únicos momentos emocionantes del Gran Premio excepto de los accidentes que provocaron la salida del coche de seguridad.
Cuando todos ya habían hecho su parada en pits, el safety car volvió a entrar por el incidente de Barrichello al tener una falla con la llanta trasera izquierda en la subida al casino. Rubinho mostró su temperamento latino al aventar el carísimo volante a la pista (le espera una fuerte multa por parte de la FIA). No vimos el origen del choque de Hulkenberg en el túnel, pero podría ser la misma falla mecánica.
A Mark Webber no le perjudicaron las entradas del auto de seguridad. Perdía su ventaja, pero no el liderato que mantuvo frío y calculado.
En la segunda mitad, todos estaban resignados con sus posiciones excepto Kubica, quien presionó a Vettel hasta el último minuto.
Tres vueltas antes del final, en un intento suicida de rebase en La Rascasse, Trulli montó su Lotus al HRT de Chandhok justo frente a Webber, quien hábilmente los evitó. El auto de seguridad entró por cuarta vez.
Cuando todos pensábamos que así terminaría la carrera, el safety car entró a pits y el más listo de todos fue Schumacher, al sorprender a Alonso para quitarle el sexto lugar.
Así empezó otra discusión entre los comisarios de la FIA, ahora respaldados por un ex piloto de F1 (Damon Hill), aunque no era un problema de pilotos sino de la ambigüedad de las reglas del auto de seguridad.
Tanto Mercedes como Ferrari presentaron sus argumentos y dos horas después tuvimos el veredicto: Schumacher no sólo perdió el sexto lugar sino que fue penalizado con 20 segundos, por lo que cayó al sitio 12 y fuera de los puntos.
Castigado por ser un "racer", ¿qué pasa con nuestro "deporte"? OK, si él y Mercedes se equivocaron, quítenle el sexto puesto y déjenlo séptimo, pero penalizarlo no es correcto.
¡Es una carrera de autos!
¿Seguiremos con la fiesta de toros rojos por el resto del año?
Jo Ramírez
17 May. 10