Se acaban los argumentos y llegó la hora de la verdad para el inicio de una temporada más de Fórmula Uno, en Australia, que promete ser tan buena como la de 2010.
Los cambios al reglamento, especialmente los neumáticos Pirelli que tienen mejor agarre pero que duran menos, nos darán bastantes perspectivas. En las pretemporada ya se vio que se puede haber una diferencia de hasta tres o cuatro segundos por vuelta entre una llanta nueva y una usada.
Ya sea por una casualidad por el diseño de Pirelli o porque la FIA pidió fabricar así las llantas para mejorar el espectáculo, lo cierto es que los neumáticos son la mayor incógnita en este año.
Nunca antes se tenía tanta duda previo a arrancar la temporada acerca de quiénes serían los favoritos. Sin duda, Red Bull, que dominó 2010, debe ser todavía el equipo a vencer con un auto que es una evolución del pasado. Ferrari se ha visto indestructible y McLaren, con un diseño muy radical, está lleno de problemas, pero con gente capaz de recuperar rápido el terreno perdido.
En Melbourne, la pole no será tan importante como antes, ya que con tres o cuatro cambios de llantas será más importante planear la estrategia perfecta.
Con la baja en el rendimiento de los neumáticos, que será compensada en pruebas y calificación con el uso libre del alerón trasero, tal vez podamos ver menor diferencia entre los equipos.
La otra "novedad" es el sistema KERS, el cual ya se usó en 2009. Es un sistema de recuperación de la energía cinética y que fue impuesto por la FIA para demostrarle al mundo que la F1 piensa en el medio ambiente. En realidad es un sistema muy caro para las escuderías, ¡y cuando todas lo tengan perfeccionado la diferencia entre ellas será de cero!
Para México, lo más importante del año es el regreso de un compatriota a la Fórmula Uno. Hasta ahora, Sergio Pérez ha demostrado por qué merece debutar en la F1 al terminar sus pruebas invernales con el mejor tiempo en Barcelona y que sólo fue superado al día siguiente por Michael Schumacher y Fernando Alonso, dos multicampeones mundiales en autos superiores al Sauber de Checo.
Estaremos al pendiente de la actuación de Checo y seguramente no nos va a defraudar. Por el contrario, nos hará sentir muy orgullosos de ser mexicanos y de otra vez, después de 30 años, con un representante en el exclusivo club de la Formula Uno.
Ahora si que valdrá la pena desvelarse para presenciar al esperado espectáculo de la Fórmula Uno, la reina del deporte motor.
Jo Ramírez | 24-Mar-2011