Presenciamos en Abu Dhabi el Gran Premio número 17 y último de la Fórmula Uno en 2009, un año que culminó como en un cuento de hadas, con los campeonatos mundiales para Jenson Button y Brawn GP, escudería que hace un año "no existía".
Destacar que la última fecha se corrió en un escenario de cuento de hadas, no parecía real. Era como la fábula de Alicia en el País de las Maravillas. Difícil de creer que con la actual crisis económica mundial un país se dé el lujo de gastar más de mil 200 millones de dólares en el complejo de Yas Marina y en el circuito de Fórmula Uno.
Pero toda esa fantasía en Abu Dhabi no apantalla al verdadero aficionado, quien prefiere mil veces estar viendo un Gran Premio en Spa-Francorchamps o Suzuka.
Me dio gusto ver a Ron Dennis presente en Abu Dhabi. Tal vez, ahora sin Max Mosley como presidente de la FIA, el buen Ron podría estar de regreso en las pistas de la F1 con McLaren el próximo año.
Otro circuito del alemán Hermann Tilke construido sobre una mesa de billar, con una recta de mil 200 metros (la más larga del año) y con estas franjas azules de material abrasivo que ayudan al piloto para mantener el auto en la pista.
El Gran Premio empezó con 40 grados de temperatura en la pista y 42 por ciento de humedad. Lewis Hamilton, a bordo de su McLaren, mostró a todos el camino, y aunque avanzó a casi un segundo de ventaja sobre Vettel en las primeras dos vueltas le dio fatiga incrementar su ventaja. Eso me extrañó ya que logró la pole siete décimas de segundo más rápido que el piloto alemán de Red Bull, en el margen más amplio visto en el año.
Diez vueltas más tarde, la ventaja ya era menor a los dos segundos, con pequeños despistes de Hamilton, quien evidentemente tenía problemas. Más tarde le avisaron de la falla con los frenos, perdió la punta con Vettel tras su parada en pits y una vuelta más tarde volvió para estacionarse en el garaje de McLaren por lo que pareció la rotura de un disco trasero de frenos.
La carrera se volvió una procesión alrededor de este lujoso escenario. Tal vez lo más divertido fue el carrerón del japones Kobayashi, que al igual que en Brasil demostró a Toyota que está listo para ser titular en 2010. Y si esto no convence a los directivos, nada lo hará.
En las vueltas finales vimos los intentos del campeón Button por arrebatarle el segundo puesto a Mark Webber, algo que sólo un error del australiano se lo hubiera dado. Pero estos tipos no cometen errores en las últimas vueltas.
En mi opinión, es preferible cualquier pista europea con menor glamour y más espíritu de competencia. Ahora nos queda esperar un largo invierno sin Fórmula Uno y un 2010 con nuevas reglas, nuevos equipos y con muchos cambios de pilotos.
Jo Ramírez
2 Nov. 09
P.D.- Lo siento amigos.... tarde, pero seguro!!!
Saludos a todos los que pidieron la nota!!__