Se extraña
F.1: 15 años sin pilotos argentinos
El 15/04/2001 fue la última vez que un compatriota corrió un GP de Fórmula 1. Reutemann, Zunino, Guerra, Larrauri, Fontana y Tuero, quienes también pasaron por la Máxima, opinan sobre esta racha negra.
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Gastón Mazzacane debutó en la Fórmula 1 en 2000 con Minardi. En 2001 pasó a Prost y solo corrió cuatro GP's.
Luego de aquél Gran Premio de San Marino del 15 de abril de 2001 en el que Gastón Mazzacane abandonó por problemas mecánicos en su Prost AP04-Ferrari pocos argentinos se imaginaba que iba a comenzar la peor etapa sin uno de los nuestros en la Fórmula 1. Sin ningún proyecto serio a largo plazo a la vista es una quimera que un corredor de esta tierra llegue al circo máximo, algo que permite suponer que la racha que ahora cumple 15 años se extenderá aún más.
Las razones son conocidas: la falta de presupuesto, Talón de Aquiles de cualquier piloto en el mundo. Pero con los argentinos se agudiza ese panorama habiendo solo intentos privados para correr en Europa. La receta es sabida, pero en más de 45 años ningún gobierno nacional repitió lo de aquél equipo del Automóvil Club Argentino bancado económicamente por el Estado. En aquellos monospostos Brabham de Fórmula 2, de color blanco, figuraba la publicidad de YPF y ?carne argentina?. Fue el puntapié para que Carlos Alberto Reutemann llegue a la F-1 y tuviese una destacada actuación, que incluyó 12 victorias y el subcampeonato de 1981. Por entonces, los éxitos del Lole entusiasmaban tanto a los fanáticos argentos como la época dorada que encabezó Juan Manuel Fangio con sus 24 triunfos y cinco cetros logrados en la década de 1950.
Esta sequía de 15 años es la más larga y superó la de 12 temporadas que hubo entre el GP de la Argentina de 1960, cuando varios compatriotas participaron de la carrera, y el GP argentino de 1972 en el que debutó Reutemann. ?Evidentemente hay mucha capacidad y la Argentina sacó muy buenos pilotos en los últimos años. Pero ante igualdad de condiciones, cuando se llega al umbral de la F.1 siempre gana el que tiene mayores recursos. Los nuestros no tuvieron esa chance en la última década?, analizó el propio Reutemann en charla con CORSA.
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Carlos Reutemann rumbo al triunfo en el GP de Bélgica de 1981. Fue la última victoria de un compatriota en la Máxima.
Contemporáneo a Reutemann, Ricardo Zunino disputó 11 GP?s entre 1979 y 1981 con Brabham y Tyrrell. Por falta de presupuesto, el ?Colorado? no pudo continuar en la Máxima y luego se retiró. El único sanjuanino en llegar a la Máxima, explicó que, ?el tema es que tenemos un automovilismo diferente al europeo. Es decir, casi no hay escuelas de monopostos y los chicos que tienen que ir a correr a Europa no solo atraviesan el problema económico sino que también deben quemar etapas y eso es muy difícil. Además, el no tener un Gran Premio también perjudica para tener un argentino en la F.1?.
Miguel Ángel Guerra tuvo un paso fugaz por la categoría. De la mano de Osella se sumó en la temporada 1981. Sin tiempos que le permitieran largar las tres primeras fechas, sí pudo conseguirlo en Imola, donde se disputó el Gran Premio de San Marino. Pero el porteño apenas pudo recorrer 400 metros y quedó afuera por un choque. Sufrió una fractura de tobillo y perdió todo el año. Quiso volver en 1982, pero ante la grave situación política y económica en el país debió seguir su campaña a nivel local. ?El problema es que no hay un proyecto con el sustento del Estado, como en la época de Fangio y Lole (Reutemann). Sabemos cómo terminaron los intentos privados. Caso contrario, veo muy difícil que un argentino vuelva a subirse a un F.1?, explicó Guerra.
Tras el retiro de Lole en 1982 hubo que esperar seis años para que un argentino pudiera subirse de nuevo a un F-1. Oscar Rubén Larrauri hizo lo que pudo con un humilde Eurobrun en una época donde largar era muy meritorio por la gran cantidad de autos. Poppy estuvo presente en 21 GP?s entre 1988 y 1989, aunque solo largó siete carreras. ?El contexto actual hace que la Argentina no esté en la F-1 y que casi no haya pilotos en Europa corriendo en categoría promocionales. Tampoco hay proyectos a largo plazo. Los últimos fueron intentos privados que no prosperaron?, indicó el de Granadero Baigorria, campeón de forma anticipada de la Fórmula 3 Europea en 1982.
En la década de 1990 la cosa cambió. Hubo un Gran Premio entre 1995 y 1998 y varios pilotos compitiendo en el exterior. La irrupción en Europa de Norberto Fontana generó expectativas. Ganó los títulos de la Fórmula Ford Suiza (1993) y Fórmula 3 Alemana (1995), incluido el Master de Zandvoort (Holanda) de ese año. Estos méritos llevaron a que Peter Sauber le ponga el ojo y lo fiche como piloto de pruebas para su equipo. ?Para mí pasa por un tema económico. La referencia que debemos tener es el valor del Euro para los argentinos ya que para hacer carrera previa a la F.1 tenés que ir a correr a Europa. Los costos para nuestros pilotos suben cada vez más y eso complica mucho las cosas?, dijo el arrecifeño, que corrió cuatro GP?s en 1997 y luego intentó sin éxito correr en Tyrrell en 1998 (la butaca se la quedó el brasileño Ricardo Rosset con un mejor presupuesto)...
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orberto Fontana se dio el gusto de correr cuatro GP's para Sauber en la temporada 1997.
Sin embargo, fue Esteban Tuero quien participó de la temporada completa del ?98 con Minardi. El porteño debutó con 19 años y tenía un futuro prometedor, pero desistió de seguir por motivos personales. Tuerito, en parte, se alineó en lo planteado por Larrauri: ?Es muy complejo el tema y con varios puntos para analizar como el tema económico actual y de cada momento histórico, también la intervención o no del ACA y que el automovilismo local sea muy fuerte. Todo eso hace que la mayoría de los chicos prefieran quedarse a correr en el país?.
Luego del breve paréntesis de 1999, Mazzacane inició de nuevo la ilusión en 2000 al llegar a Minardi. Su acuerdo con Prost para correr todo el 2001 prometía darle a nuestro país la continuidad deseada, pero todo terminó abruptamente en la cuarta participación del platense con el team francés.
?Un país debe demostrar voluntad de querer tener un piloto en F-1. Hoy es más fácil conseguir sponsor para correr en Turismo Carretera que para hacerlo en GP2 Series. Nos falta tomar consciencia para ayudar a los pilotos argentinos. De forma privada hoy es imposible?, explica el empresario Eduardo Ramírez, quien justamente estuvo involucrado en los proyectos que le permitieron a Tuero y a Mazzacane correr en la Máxima.
Se cumplen 15 años de la última vez que el nombre de un compatriota estuvo en la clasificación del un GP de F-1. Y, lamentablemente, nada hace suponer que la racha se corte.