Al llegar a Londres, ayer recibí la llamada telefónica de Carlos Slim Domit y Guillermo Fernández con la increíble noticia de que Sergio Pérez correrá en la Fórmula Uno el año próximo como piloto titular de Sauber, como coequipero del japonés Kamui Kobayashi, y con Esteban Gutiérrez como tercer volante del equipo.
En verdad que no puedo expresar con palabras lo que sentí en ese momento. Los últimos meses se hablaba mucho sobre el futuro de "Checo" y, sin importar cuántas veces se le dé vuelta al asunto, no deja de ser un paso trascendente.
No tenía sentido correr otro año en GP2, pese a no ser campeón, lo que quiere decir que, a sus 20 años, tiene todo el talento y madurez para medirse con los mejores.
Ha pasado casi medio siglo desde que tuvimos primero a Ricardo Rodríguez, y después a su hermano Pedro, en la máxima categoría. Desgraciadamente Ricardo vivió muy poco y no le pudimos ver una victoria en la Fórmula Uno, pero a Pedro le vimos ganar los Grandes Premios de Sudáfrica y Bélgica.
Más tarde, entre 1977 y 1981, tuvimos en la F1 a Héctor Alonso Rebaque, a quien le vimos actuaciones fantásticas, pero desgraciadamente no pudo continuar por diferentes razones. Así hemos tenido que esperar 30 años para que nuestro País vuelva a la F1.
Llegamos a la cima de nuestro deporte y por partida doble. El regio Esteban Gutiérrez, reciente campeón de la GP3, también estará en Sauber como piloto reserva y de pruebas.
Sauber es el equipo ideal para debutar en F1, una escudería en la mitad de la parrilla y en la que Sergio podrá desarrollar su nueva etapa deportiva sin tener la presión por correr en un equipo de punta o en algún otro, como uno de los nuevos que sudan sangre para sobrevivir.
Sauber aún es pequeño y puede funcionar como una familia, sin olvidar que ha madurado el talento de pilotos como Kimi Raikkonen y Felipe Massa.
Ya he recibido llamadas de felicitación de personas del medio deportivo, como de la televisión de Asturias en la que comento las carreras, y de personalidades de la BBC aquí en Londres, como David Coulthard, que están contentos por tener una nacionalidad más en la F1.
No puedo contener mi alegría por esta noticia y hay que seguir apoyando a "Checo" para que lleve en todo lo alto la bandera de nuestro México.
Felicidades para la Escuderia Telmex, que ha contribuido inmensamente en la formación de jóvenes pilotos, que hacen realidad un sueño, no sólo para Sergio, sino para mí y todo el automovilismo mexicano.
Enhorabuena, mi "Checo", muy merecido escalón, y si este año hemos gozado de la Fórmula Uno, en el próximo la gozaremos mucho más.
Jo Ramírez
5 Oct. 10