VIENTONEGR0 #138
Si hay muchos que ponen la soga al cuello ejecutan y después hacen un juicio.
Por suerte este Tribunal valora como se debe y con todos los honores a Mauro Forghieri.
El primer DRS, de Forghieri
A partir de los años ochenta, se aceleró la especialización de los ingenieros en áreas específicas de un monoplaza. Llegaron los Head, Murray, Barnard y Newey. Pero antes, Forghieri había destacado como una suerte de Leonardo da Vinci que tocaba todos los palos. ?A mí me gustaba concebir y proyectar el vehículo entero, porque un coche es un todo con partes que han de armonizarse entre sí? . Y Forghieri se convirtió en un volcán de ideas, dotado con una intuición técnica innata y una capacidad de resolver problemas típicamente latina.
Por ejemplo, cabe recordar que en el GP de Bélgica de 1968, un Ferrari ganaba incorporando el primer DRS de la historia, a cargo del propio Forghieri. Fue prohibido a continuación ¿Sabían que Forghieri experimentó con las cuatro ruedas motrices en un Fórmula 1? ¿Qué entre los años 78 y 79 'jugó' con un cambio electromecánico accionado por botones?
Una intuición hecha realidad
Sin embargo, su caso era único, ?porque en el trabajo diario dedicaba la mayor parte del tiempo al chasis, ya que en nuestro staff técnico había gente magnífica para diseñar motor y cambio, mientras había menos cultura de chasis?. Y a pesar de ello, concibió uno de los mayores joyas técnicas de la historia de la Fórmula 1: el V12 boxer (Forghieri quería que se le llamara Flat, Plano) un propulsor que contribuyó a forjar parte de la leyenda automovilística de Ferrari.
Aquel legendario motor contaba con los cilindros enfrentados, lo que permitía bajar espectacularmente el centro de gravedad del monoplaza. Forghieri creó así la saga de los famosos 320, monoplazas bajo el molde del concepto 'T', (debido a su caja de cambios transversal) que marcaron la pauta en la Fórmula 1 de los setenta. A partir de la llegada de Niki Lauda en 1973, el austríaco creó con Forghieri un binomio letal, caracterizado por una tormentosa pero fructífera y respetuosa relación a través de un desarrollo constante de las diferentes versiones 'T'. ?Conducía tanto, que hasta me salían ampollas en el culo?, recordaba Lauda.
La primera vez que el austríaco probó aquel poderosísimo motor en el otoño de Fiorano, 1973, estaban presentes Ferrari y su hijo Piero. Lauda bajó del monoplaza 'extasiado' pero también atrapado por aquella sinfonía acústica inolvidable. Quien la haya escuchado alguna vez no la habrá olvidado nunca, porque no hubo nada igual, con ese impresionante pero musical bramido al que solo se le acercaba tímidamente el V12 de Matra. ?Era único, un sonido de motor que hasta resultaba sexy? según el propio Lauda ¿Alguien ha oído algo similar de un motor de Fórmula 1?
Un palmarés impresionante
Aquel 'corazón rojo' de impresionante latido -la inyección mecánica de la época no podía soportar su elevado régimen de giro potencial- duró once temporadas, más que ningún otro en la historia de Ferrari. Se montó en nueve monoplazas diferentes, desde el 312 B de 1970 al T5 de 1980, cuando su arquitectura se hizo inapropiada ante la llegada de los coches de efecto suelo. Compitió en 155 grandes premios, con 41 poles, 37 victorias ?Lauda logró quince de ellas- , tres títulos de Pilotos y cuatro de Constructores.
Mauro Forghieri abandonó Ferrari en 1987 -?había terminado una etapa?-, eran nuevos tiempos, y aunque se vinculó a Lamborghini para crear otro V12, su nombre ha quedado ligado de forma indisoluble a la trayectoria deportiva y técnica de la Scuderia, brillando todavía hoy con la luz propia de los grandes genios de este deporte.De hecho, formó parte de la comisión que investigó el accidente de Ayrton Senna.
Cuando Michel Schumacher llegó a Maranello en 1996, pidió probar aquel famoso propulsor. Fue en Fiorano. Tras dar vueltas y más vueltas, se bajó embriagado y, mirando al monoplaza con una sonrisa, exclamó: ?Hubiera sido muy hermoso ser campeón del mundo con un motor como este??. Qué mayor halago para un ingeniero...