Ahora si, Sebastian Vettel ya es definitivamente campeón del mundo 2011 y se convierte en el bicampeón más joven de la historia, quitándole a Fernando Alonso el único record que le quedaba, cosa que por otra parte no tiene mayor valor que el anecdótico.
Lo que me llama la atención es el hecho de que este segundo título parece sembrar dudas en mucha gente sobre el valor real del piloto que lo ha conseguido. Como si el coche funcionara solo, o se pudiera ser campeón sin ser un piloto excelso. Se me hace difícil entender que haya tantos (algunos de ellos visitantes de este blog) que no acepten darle a Vettel el mérito que merece.
Y la mayoría de sus argumentos, o mejor dicho, el argumento mayor, es que Vettel tiene el mejor coche, y que con este coche ganar tiene menos mérito. Naturalmente mi réplica siempre es la misma: si tiene el mejor coche, por algo será; si el equipo se vuelca en determinado piloto y no en su compañero, por algo será; si eso que se llama ?la suerte de los campeones? siempre llama a la puerta de los mismos, por algo será, como ya analizamos en una entrada hace algunos grandes premios.
Esto es algo que ha ocurrido siempre con los campeones, querer negarles el mérito de sus éxitos. En años pretéritos lo oí sobre Senna, Prost, Lauda o Mansell, y en tiempos más próximos lo he oído o leído sobre Schumacher, Alonso o ahora Vettel. Hay algunos que siempre ganan por méritos ajenos, nunca por los propios.
Barrichello siempre fue "víctima" de Schumacher, pero después en Brawn le pasó lo mismo.
Y si esos mismos campeones derrotan a su compañero de equipo por goleada, el argumento siempre es que los Patrese, Frentzen, Irvine, Barrichello, Fisichella o Webber no tenían el mismo material, o eran ?ninguneados? en sus equipos por las más variopintas razones que se puedan argumentar, para intentar justificar la diferencia entre compañeros y minimizar los éxitos de los ganadores. Después aquellos pilotos se quedaron al frente o lideraron otros equipos sin que ninguno de ellos estuviera a la altura de sus ex compañeros, pero eso cae pronto en el olvido.
No tengo el mayor interés en convencer a quienes piensen así, me parece bien, cada uno es muy libre de tener y formarse su propia opinión y para mi tan respetable es que se considere a Vettel un campeón a la altura de Lauda o Prost y un calificador a la altura de Senna, como que haya quien no le de más valor que considerarlo campeón sólo porque estaba en el lugar adecuado en el momento oportuno.
Sin embargo hay un hecho que aunque un poco retorcido vale la pena considerar a la hora de evaluar con criterio a Vettel. Y ese hecho es la renovación de Mark Webber por Red Bull, algo que en su momento no entendí y que tras darle muchas vueltas creo haber encontrado. ¿Por qué renovaron a Mark Webber?
Webber es la prueba palpable de la calidad de Vettel. En el mismo equipo, las diferencias son cada vez más grandes.
Por dos razones: la primera, porque en el ?vivero? Red Bull no había nadie a su altura, no había otro Vettel, de lo contrario lo habrían fichado sin dudarlo como hicieron con el alemán en su día, lo cual es una primera demostración de la calidad de Sebastian. No olvidemos que los parámetros en los que se basan los ingenieros actuales para valorar a los pilotos (telemetría, observación en pista, cotización de datos, resistencia física, capacidad de análisis, trato de los neumáticos etc. etc.) son muy técnicos y mucho más profundos que lo que vemos nosotros desde fuera.
Y segundo y más importante: porque a día de hoy, Webber todavía aporta un caudal técnico superior, mejor que el que puedan aportar los otros pilotos de Red Bull y también superior a Vettel. Es decir, en este aspecto Sebastian todavía está creciendo, es joven y mejora cada día. Pero su cultura técnica aún es limitada, tanto por su edad como por el hecho de que en su vida sólo ha pilotado coches diseñados por Newey (salvo el BMW, pero no creo que aprendiera mucho en tan poco tiempo). En cambio Webber ha pilotado muchos coches distintos, y su ?instinto? debe ser superior y lo suficientemente valioso como para que siga en el equipo.
Pero para que el caudal técnico de Webber sea útil es necesario una premisa indispensable: que tenga el mismo material que su compañero para poder evaluar correctamente las novedades aportadas. Después cada uno pondrá el coche a punto según sus necesidades y su criterio, y ahí empezará a verse la diferencia entre uno y otro.
Y es en esta igualdad de condiciones inicial (algo que muchos se empeñan en que no es así, sin mas argumentos que el famoso alerón de Silverstone) la superioridad de Vettel cada año es mayor con respecto al anterior sobre el australiano, demostración de que sigue creciendo, sigue siendo cada día mejor y va camino de convertirse en un grande, en un piloto capaz de marcar su propia época. Sólo falta que técnicamente sea mejor, porque deportivamente no tengo ninguna duda de que ya está arriba. Es un calificador que se acerca a los registros de Senna (y no me refiero a las estadísticas), por su capacidad para conseguir la pole. En Japón la logró al estilo del brasileño, SIN tener el coche más rápido a una vuelta.
Y en carrera Vettel ha sido quien mejor ha interpretado la manera de transmitir la potencia y la frenada a los neumáticos, que demandan fluidez de conducción, pilotaje sin agresividad, sin frenazos ni acelerones bruscos o innecesarios, llevándolos a su temperatura óptima con paciencia y tacto. Ese pilotaje que da la sensación de sencillez, de que es muy fácil, de que ?con ese coche? cualquiera podría hacerlo (cualquiera menos Webber, que es precisamente el único piloto que tiene uno igual, que cosas).
Los tres mejores de la temporada copan el podium decisivo de Suzuka. Una bella metáfora.
Ese mismo pilotaje que es el que ha propiciado la gran temporada de Button, otro que a la hora de administrar la interacción entre chasis, motor y neumáticos está entre los tres mejores pilotos de la actualidad. El tercero es Alonso, lo cual me lleva a la conclusión de que Vettel, Button y Alonso están siendo los tres mejores pilotos de la temporada hasta este momento, y no es casualidad que en un GP difícil para los neumáticos como el de Japón hayan sido ellos los que hayan copado el podium.
Y a partir de ahí sí hay una verdad inapelable: de los tres, Vettel tiene el mejor coche, así que es lógico que haya dominado la temporada y ganado el campeonato, pero no hay que olvidar que si tiene el mejor coche, si el equipo se vuelca en él y si la ?suerte de los campeones? siempre llama a su puerta, no es por casualidad, sino por su enorme talento como piloto.
Fuente: Blog de Carlos Castellá