Paavo Nurmi fue apodado así, originando una lista interminable de deportistas finlandeses que hicieron que dicho sobrenombre siga siendo, aún hoy, utilizado. Y si alguien hace honor a ese nombre, ese es Kimi Räikkönen.
Kimi-Mattias Räikkönen vuelve a la Fórmula 1 tras un paso muy doloroso por el Campeonato del Mundo de Rallyes, en el que no pudo conseguir ningún resultado destacable a pesar de contar con material de primera fila. Incapaz de ser rápido sin tener accidentes, Kimi huyó de la F1 cansado del ambiente férreo y medíaticamente asfixiante del paddock, pero también al verse fuera de los mejores equipos tras dos años grises en Ferrari que terminaron por reducir su prestigio a niveles mediocres.
Pero no nos engañemos, Kimi no es un piloto mediocre, ni gris. Ni siquiera frío. Como un témpano fuera de la pista (o, mejor dicho, ante la prensa), Räikkönen es todo velocidad al volante, algo que conjunta con una gran determinación a la hora de adelantar o defender su posición. Kimi es, posiblemente, el mayor talento desde Ayrton Senna en lo que a velocidad pura se refiere, con permiso de Mika Häkkinen o Lewis Hamilton.
Por desgracia para él -y tantos otros-, en el automovilismo no basta con ser el más rápido: es necesario ser el más completo. Y Kimi afronta el mayor reto de su carrera con Lotus: reinventarse a sí mismo y evolucionar para convertirse en un piloto más trabajador y con mayor aprecio por el trabajo de trastienda, ese en el que pilotos como Schumacher, Alonso o Vettel han conseguido cimentar su leyenda y potenciar sus cualidades.
Su vuelta no debería ser tan traumática como lo fue para Michael Schumacher, que tuvo que afrontar, no sólo el aprendizaje de una nueva F1 muy distinta a la que dejó, sino también la reprogramación de su cuerpo y mente a la máxima exigencia competitiva y medíatica. Kimi ha mantenido todo eso en su paso por los rallyes y ?sólo? deberá ocuparse de adaptarse a su nuevo equipo y a los nuevos neumáticos.
Algo que Lotus, con excelente criterio deportivo y visión comercial, ha acelerado con dos días de test privados en Cheste, donde ha permitido a Kimi rodar con el R30 de 2010 y neumáticos de exhibición (más duraderos), algo que permite la normativa FIA.
Con un reglamento tan restrictivo, las jornadas de test se convierten en oro y siempre es un problema contar con un piloto nuevo que debe aprender las rutinas propias del equipo, así como el nuevo coche y los neumáticos, todo durante el proceso de conocimiento y evolución del coche. Todo el tiempo ganado por Lotus permite al equipo afrontar Jerez con mayores garantías, una vez conocidas las particularidades de su piloto, algo igualmente aplicable a la inversa.
Nadie sabe si el regreso de Räikkönen será exitoso o no. Pero, a la vista de los resultados iniciales, Lotus se frota las manos con la repercusión medíatica de su nuevo piloto. Y, si Kimi quiere, la Fórmula 1 verá como un talento descomunal se une a la gran parrilla actual para hacernos disfrutar en cada Gran Premio
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