13/ENE/1980 ARGENTINE GRAND PRIX (BUENOS AIRES)
1°.-. Alan Jones (Williams-Ford)
2°.-. Nelson Piquet (Brabham-Ford)
3°.-. Keke Rosberg (Fittipaldi-Ford)
Demostrando sus dotes de excepcional piloto, Alan Jones llenó el autódromo con su manejo agresivo pero prolijo y brilló aun más que el Williams, logrando una contundente victoria en la apertura de la temporada 1980. Piquet y Rosberg completaron el podio, y otros tres pilotos de poca experiencia en F1 -Daly, Giacomelli y Prost- cerraron los puestos puntables.
Zunino séptimo en regular trabajo, consolidó la pujanza de la nueva generación. Reutemann tuvo un desafortunado debut en su nuevo equipo
En el Gran Premio de Argentina, disputado en el autódromo municipal de Buenos Aires, el australiano Alan Jones, sobre su Williams, logró su primera victoria de esta temporada. Pese a haberse detenido en su box a mitad de carrera, cuando volvió a la pista recuperó en pocas vueltas el liderato con un ímpetu imparable. Primera victoria, pues, en la primera carrera de una temporada que puede ser triunfal para él y que es casi como la repetición de la segunda mitad de la pasada.
Antes de disputarse la carrera, la polémica estuvo presente de forma permanente en el circuito. Primeramente por el extraño asunto de las ruedas de calificación y del acuerdo previo entre Good-Year y Michelin para suprimirlas este año. Más tarde, por el pésimo estado del asfalto, que estuvo a punto de causar la suspensión de la prueba por el comienzo del boicot que se produjo por parte de los pilotos. Por su parte, la organización se negaba a pagar los cuantiosos desembolsos producidos por el traslado si no se corría la carreta, en cuyo caso tendrían que ser sufragados por los propios equipos. Además, las fuertes presiones por parte de los patrocinadores publicitarios forzaban a los directores de los mismos y al presidente de la Foca -Asociación de Constructores de Fórmula 1-, Bernie Ecclestone, para que la carrera se llevara a cabo.Así. una vez más, las poderosas justificaciones económicas fueron más fuertes que las razones esgrimidas por los pilotos, cuya razón pudo contemplarse perirectamente mediada la carrera cuando, en alguna de las curvas, el asfalto se había desprendido por completo, dejando la pista en un estado lamentable y sólo comparable a una carretera de segunda categoría.
Nada más darse la salida, Alan Jones, que ocupaba la pole position -lugar reservado al más rápido en los entrenamientos-, se instaló en primera posición inmediatamente detrás de él se colocó el brasileño Nelson Piquet -que este año, su segundo en la fórmula 1, puede ser el de su consagración, tras haber sido la gran revelación de la pasada temporada- Justamente por detrás de él, el argentino Carlos Reutemann, compañero de equipo de Alan Jones, que trataba de demostrar ante su público su valía, un tanto controvertida.
Pero cuando la carrera casi no había hecho más que comenzar, Reutemann trató de imponerse en una frenada a Piquet, que resistió el ataque a la perfección en un terreno en el que sólo la técnica y el valor del piloto entran enjuego. A consecuencia del intento, no sólo Piquet pudo demostrar su categoría, sino que su oponente, Reutemann, se salió fuera de la pista Aunque éste pudo volver a la misma casi sin daños para su coche, poco más tarde terminaría por retirarse.
Cuando había logrado ya una sustanciosa ventaja sobre sus adversarlos, pese a no haberse disputado más que un tercio de carrera, Alan Jones comprobó en el reloj que marca en su sencillo panel de instrumentos la temperatura del aceite, que ésta comenzaba a subir en forma alarmante. Entró en su box con el fin de que sus mecánicos intentasen solucionar el problema, y éstos pudieron comprobar que un papel había penetrado por las canalizaciones de aire de los radiadores de aceite, tapando uno de ellos. Solucionado rápidamente el problema, Jones volvió a la pista, recuperando terreno y ganando posiciones -pese a hacer un trompo- hasta desbancar del provisional liderato al francés Laffite, que por entonces controlaba la carrera. Sólo un par de vueltas más tarde, el motor del Ligier de Laffite hacía explosión. seguramente por el tremendo esfuerzo al que le había sometido el piloto en su vano intento de no ser superado por Alan Jones.
A partir de entonces, Alan Jones controló con facilidad la carrera, en la que las notas más destacadas fueron los abandonos de los dos Ferrari. Primero, el del canadiense Villeneuve, que se salió espectacularmente de la pista a causa del pésimo estado del asfalto de la misma, aunque por fortuna sin consecuencias para el piloto. Y,más tarde. casi cuando la carrera finalizaba, reventó el motor del de Jody Scheckter, actual campeón del mundo, lo que le privó de un tercer puesto prácticamente seguro.
La prueba terminó con la fácil victoria de Alan Jones, que comienza de forma espléndida la temporada. Tras él, aunque lejos, el brasileño Piqet -Brabham- por delante del finlandés Rosberg, segundo piloto de Fittipaldi -su compañero y líder del equipo tuvo una triste actuación-, que también había tenido que detenerse en bometa el Tyrrell de Daly, seguido por el italiano Glacomelli -Albromero- y el francés Prost -McLaren