La tripulación española de camiones que fue abandonada en las dunasEl veterano piloto español de camiones Jordi Juvanteny y su tripulación quedaron atrapados a 70 km de la salida de la segunda etapa y no fueron rescatados hasta más de 24 horas después.
San Juan de Marcona (Perú).- Suena el despertador en el teléfono móvil de Jordi Juvanteny y arranca una nueva jornada de Dakar, la segunda de la edición 2018. El catalán, junto a José Luis Criado y Javier Tamayo, parte del vivac de Pisco pasadas las 11.00 de la mañana peruana. Otro nuevo día de aventura, arena blanda y 267 km por delante.
Pero al llegar al km 70, una olla de dunas atrapa en su interior a alrededor de 30 vehículos, la mitad de ellos camiones. El KH7 #519 está entre ellos. A un kilómetro de la ruta marcada por el roadbook, la trampa se convierte en improvisado vivac.
Juvanteny, Criado y Tamayo pasan noche allí mismo junto a otros competidores, algunos durmiendo bajo los camiones, tras numerosos intentos de salir de la ratonera y después de ayudar a unos y otros.
“Camiones de 1.000 CV no pudieron salir. Nosotros con menos de 700 y 12 toneladas de peso, tampoco. El terreno era complicadísimo porque la arena estaba muy revuelta. Sólo cabía esperar un milagro, pero no llegó”, cuenta este martes el piloto catalán.
Amaneció en la olla de dunas y los españoles se quedaron solos después de haber ayudado a sus rivales. Nadie les echó una mano final.
Sabedores de que eso suponía no llegar a tiempo para tomar la salida de la etapa 3 del lunes, fueron evacuados por la organización en helicóptero. El MAN TGA quedó allí, esperando una salvación que llegará en los próximos días.
“Ayudamos a otros participantes a salir de allí, había muchísimos coches y camiones. Al final nos quedamos solos y no nos auxiliaron a nosotros. El último camión incluso se llevó nuestras eslingas y se fue porque sino llegaba tarde para reengancharse a la carrera. Nos abandonaron”, se lamenta Criado, el español con más participaciones en el Dakar (28).
“Ahora toca organizar el rescate del vehículo, llevarlo hasta Argentina y volver a España”, se resigna Criado.
“En tantísimas ediciones del Dakar como las que hemos disputado nos ha pasado de todo, pero las pocas veces que no hemos podido acabar ha sido siempre por fuerza mayor. De todas formas, es algo que no te esperas nunca. Ha sido imposible. Creíamos que íbamos a poder, pero no había forma”, lamenta Juvanteny.
Otra aventura a la lista y otro abandono con sabor amargo solo dos etapas después de partir de Lima. El Dakar se queda sin sus “ángeles de la guarda”.
Una lastima el no recibir ayuda despes de que ellos si ayudaron, saludos.