5. Gloria en el safety car: Eppie Wietzes
El canadiense Eppie Wietzes
disputó dos carreras en F1 separadas entre sí por siete años. No logró
terminar ninguna de ellas, pero su lugar en la historia está asegurado
por lo que hizo entremedias.
Eppie, en efecto, fue el primer conductor del safety car.
Si, hoy en día, se crean situaciones de caos y confusión a la que el
safety hace acto de presencia, imagínense la primera vez que saborearon
aquella “novedad”.
El caso es que, en una carrera lluviosa, Jody Scheckter y François Cevert
colisionaron, con lo cual se sacó el safety car a pista. En ese momento
dejó de llover, con lo cual la mayoría de los pilotos se apresuraron a
cambiar neumáticos.
Como en aquella época no había ordenadores, nadie tenía muy claro quién
iba con vuelta perdida y quién no. Así pues, nuestro gran Eppie Wietzes,
en una de esas decisiones tipo “Un 16,66% de posibilidades de que me
toque la bala en la ruleta rusa, no puedo tener tan mala suerte...”, hizo un gran esfuerzo intelectual, jugó a pito pito gorgorito y decidió que el líder de carrera iba a ser... ¡Howden Ganley! Para rematar el caos, decidieron que, al carallo, todos iban a tener la misma vuelta, con lo cual Peter Revson se desdobló mágicamente y terminó ganando la carrera.
Y hablar del coche de seguridad nos conduce indefectiblemente a...
4. ...Taki Inoue
A veces me resisto a aceptar que el animal de cuadra de Ukyo Katayama fuese más inútil que Taki. Después de todo, Ukyo pilotó bastante bien en 1994. Igualmente, Yuji Ide fue excluído de la competición antes de que pudiese demostrarnos por dónde irían sus “trazadas creativas” en Mónaco. Eso hace que Taki Inoue, el único en ser atropellado por el safety car, lamentablemente contrajo la fiebre del pollo.