Siempre ha sido educado y respetuoso conmigo al máximo y es, de hecho, el único piloto a quien he tenido la ocasión de entregar la corona de laurel de la victoria, en Silverstone, en una carrera de F3000 hace varios años. Fue un honor inesperado para mí, ofrecido por el RAC tras haber asistido yo la carrera mientras estaba de vacaciones. Gracias a mi experiencia y astucia, una vez finalizada la ceremonia, me escabullí rápidamente detrás del podium, siendo más listo que Mika y evitando la habitual ducha de champán. Él y su amigo Didier Coton tuvieron la gentileza de participar en el trofeo benéfico de golf que mi mujer y yo organizamos al día siguiente del GP de Gran Bretaña en el campo del RAC, en Woodcore Park, el año pasado. En el mismo evento también participaron Damon Hill y John Watson, ambos ganadores del GP, así como Mark Blundell, Ukyo Katayama y Martin Brundle.
Como protegido de Keke Rosberg, sorprendió a todos en 1.993 cuando sustituyó a Michael Andretti en McLaren y fue más rápido que Senna en los entrenamientos. Desde entonces, su carrera ha estado plagada de dificultades con el coche y algunos accidentes desafortunados y errores no forzados. Pero en 1.995, tras haberse perdido el GP del Pacífico debido a una operación de apendicitis, protagonizó una gran actuación en Suzuka, para alegría de todo el mundo.
En la carrera siguiente en Adelaida, en noviembre de 1.995, sufrió un tremendo accidente en los entrenamientos del viernes al mediodía. La causa del accidente fue una súbita pérdida de presión del neumático trasero izquierdo, lo que le hizo hacer un trompo, siendo proyectado en el aire por el arcén, lo cual fue la causa de que prácticamente el coche no decelerara hasta su choque con las barreras de protección, aproximadamente a 125 mph según Ron Dennis, el propietario de McLaren.
Cuando llegué al lugar del accidente, dos minutos depués del choque, Mika estaba inconsciente y tenía serias dificultades para respirar. lo sacamos del coche y tuvimos que hacerle una traqueotomía sobre la misma pista. Por suerte, aunque sufría una factura craneal, la afectación cerebral no era grave. Recobró la consciencia el sábado por la mañana y cuando le expliqué que había sufrido un importante accidente, sus primeras palabras fueron: “¿Ha sido culpa mía?”
Tras asegurarle que había sido debido a un pinchazo, aún pude darle otra buena noticia: Ron Dennis le daba unos cuantos días de vacaciones y no tendría que pilotar al día siguiente. Hizo una mueca pícara en respuesta a esto y, viendo que estaba recuperando el sentido del humor, me sentí muy optimista con respecto a su restablecimiento.
Tras dos semanas en el hospital de Adelaida, vino a Londres para algunas pruebas complementarias, y cinco semanas después de su accidente, pudo volver a Mónaco para acabar su convalecencia y empezar a prepararse para la temporada de 1.996.