Un objetivo, tener el mejor coche desde la primera carrera, una intención, hacer el monoplaza más agresivo y novedoso y, por primera vez en años, no copiar al resto sino ser copiados. Y tres nombres: Pat Fry, Neil Martin y Fernando Alonso. Esos son los ingredientes con los que Ferrari quiere volver a ganar el Mundial de F-1.
Cuando faltan nueve días para la presentación oficial de un coche que aún no tiene nombre, a pesar de que se espera que se llame F2011, el trabajo es intenso en Maranello. Lo cierto es que desde que terminó la carrera de Abu Dhabi, la misma que Alonso ha olvidado y que a Montezemolo no le deja dormir, no se ha parado en la fábrica, en Navidad se siguió trabajando, pero fue realmente el día 3 de enero cuando se recuperó la plena actividad. En ese tiempo ha habido dos fechas clave, el 23 de diciembre, cuando pasaron el test de choque del chasis y el pasado 15 de este mes cuando construyeron a Fernando su habitáculo. El de Massa será fabricado hoy. El proyecto con Aldo Costa y Fry, que ya construyó el McLaren de Alonso en 2007, a la cabeza, está en marcha, tiene buena pinta y se han seguido en todo momento las indicaciones del bicampeón.
Alonso ya dio sus pautas, al menos estas dos: "Tenemos que asegurarnos de que Pirelli está bien coordinado con nuestro coche, encontrar una manera de preparar el coche para utilizar el KERS de la mejor manera posible". Y sobre eso trabajan. En el diseño con un túnel del viento mejorado, pero hay más. El KERS, por ejemplo, irá en el mismo lugar que en 2009, aunque será más ligero, unido a un depósito de gasolina más pequeño porque se trabaja con Shell en un combustible ahorrador. El peso del monoplaza será ahora de 640, pero pretenden que sea menor y que el propulsor mantenga su aceleración y potencia pese al aumento de volumen. A principios de febrero veremos cómo se comporta el coche.
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