Stirling Moss nunca ganó un campeonato de F1, pero ha llegado a ser considerado como el mejor piloto de la historia según varias publicaciones.
Con eso solo quiero reflejar a la hora de valorar un piloto, no solo se observan las estadísticas, sino también las circunstancias que rodean a todas ellas. Un cualquiera que no sabe de F1 nada y solo mira estadísticas, lo primero que dirá es que el mejor piloto de la historia es Michael Schumacher porque tiene más que nadie, cuando en realidad pocas publicaciones le dan el lugar más alto del podio al germano. Se observan muchos aspectos de esos resultados, desde el coche que pilotaba hasta las condiciones en las que corría, y luego por supuesto hay un factor subjetivo en el que entra más en juego el gusto personal, por ejemplo si gusta más un estilo de conducción agresivo y espectacular o uno mucho más metódico y calculador.
Si esta gente ha considerado a Alonso como el mejor de este año, es por toda esa serie de factores que han rodeado a sus logros. No es el campeón de este año, ni el que más victorias, poles o vueltas rápidas ha acumulado en todo el año, pero sí el que más podios ha conseguido, el que mayor regularidad ha mantenido durante en todo el año, abandonando solo en ocasiones fortuitas donde él no era el culpable, o no podía hacer nada más para evitar el incidente, y todo ello con un coche que empezó el año realmente mal, y que nunca estuvo en una posición clara de superioridad con el resto de equipos, simplemente tuvo un estado de igualdad durante la parce central de la temporada. Estos factores se leen entre líneas, siguiendo las carreras de principio a fin, no solo esperando a ver el resultado, y así llegan a esa conclusión. Si ha habido un consenso tan claro sobre quien ha sido el mejor piloto de 2012, pese a que el resultado final no lo respalde, es porque no hay margen de duda sobre quien ha sobresalido por encima de las expectativas y las circunstancias.