TOYOTA
El gigante japonés regresó al Mundial en 2017 tras un largo período de barbecho, para asombrar a propios y extraños con su temprana victoria en el Rally de Suecia. Además, el triunfo en Finlandia y los podios recabados en una temporada que, en principio sería de adaptación, hacen soñar a sus integrantes con un segundo año exitoso.
Con el tetracampeón del mundo Tommi Mäkinen como jefe de equipo y una gran estructura de competición, parece que este invierno han llevado la voz cantante en el ámbito de los test, sin escatimar en gastos para corregir los problemas de juventud y fiabilidad encontrados en el Yaris WRC.
La alineación de pilotos, con Jari-Matti Latvala como punta de lanza, presenta como máxima novedad el fichaje de Ott Tänak, quien espera pelear por el campeonato con su nueva máquina en un futuro próximo, mientras Esapekka Lappi fungirá como tercer piloto para continuar con su espectacular progresión.
CITROËN
No se inscribieron en el campeonato de 2016 para optimizar el desarrollo del C3 WRC e intentar conseguir títulos, que se resisten desde 2012. No obstante, una temporada repleta de abandonos y fracasos les relegó hasta la última plaza del Campeonato de Constructores en 2017.
A todo esto hay que sumar la marcha de Yves Matton, que asumirá el rol de director de rallies de la FIA, por lo que habrá que andar con pies de plomo a la hora de opinar sobre la marca de los chevrones. El sustituto del belga será Pierre Budar, que hasta el momento dirigía el departamento de carreras de clientes de PSA Motorsport.
Con un repertorio de pilotos que el año pasado dejó varias lagunas, el regreso de Loeb al equipo de sus amores -con un programa de tres eventos- otorga a la marca francesa un rayo de esperanza. Kris Meeke volverá a ser el protagonista, mientras que Craig Breen, Sébastien Loeb y Khalid Al Qassimi se subirán al C3 WRC en varias pruebas.
Así, las dudas en torno al rendimiento de cada uno se disiparán este jueves con el comienzo del Rally de Montecarlo. En la edición del año pasado, Neuville ejercía un papel dominante hasta que una pequeña salida de pista provocó daños en la suspensión de su bólido, lo que dejó la victoria en bandeja de plata a Ogier.
Con el parque de servicio situado en Gap, la estructura del rally se mantendrá apenas sin cambios, con 17 tramos repartidos en 4 días de competición. La etapa del jueves comenzará con uno de los platos fuertes de la prueba, un tramo de más de 37 kilómetros para llegar al Sisteron, continuando con el recorrido de Bayons – Bréziers, que clausurará también la jornada del sábado.
La etapa del viernes, constituida por seis tramos divididos en dos bucles, será la más larga del fin de semana, y tendrá como aliciente principal el tramo de casi 27 kilómetros de Vitrolles – Oze. Por su parte, en la jornada del sábado los pilotos tendrán que hacer frente a otros 5 tramos, con Saint Léger les Mélèzes – La Bâtie Neuve como plato fuerte del menú.
Para la etapa final, los organizadores han reservado cuatro tramos que serán definitivos para las aspiraciones de cada uno, con el tramo de La Cabanette – Col de Braus otorgando puntos extra a los cinco pilotos más rápidos, gracias a su condición de Power Stage.
Asimismo, este año el 'Monte' levantará aun más expectación, si cabe. El motivo no es otro que el papel que ejercerá Carlos Sainz como piloto del coche cero en el último tramo. El madrileño nunca ha ocultado su deseo de emular a su padre en alguna ocasión a los mandos de un coche de rallies, por lo que esta vez aprovechará las vacaciones de la Fórmula 1 para conducir un Renault Megane R.S. sobre las carreteras que en su momento vieron triunfar a su progenitor.