Comunicado de ALO en su web:
#LoMejorEstáPorLlegar
Nunca he escondido mi profunda
admiración por Ayrton Senna, mi piloto
favorito, mi ídolo en la pista, mi referencia.
Aún recuerdo, cuando era niño, los pósters
en el armario, los coches de juguete con los
que soñaba con emular algún día a Ayrton,
el kart que mi padre construyó para mi
hermana mayor y que acabó
enamorándome a mí. Aquel kart llevaba los
colores de una alineación mítica en la
historia de la Fórmula 1: McLaren-Honda.
La misma a la que tengo el honor de
unirme para disputar los próximos
mundiales de Fórmula 1.
Me uno a este proyecto con muchísima
ilusión y determinación, sabiendo que
requiere de algún tiempo para conseguir los
resultados a los que aspiramos, algo que
no supone ningún problema.
A lo largo de este último año he recibido
varias ofertas, alguna de ellas realmente
tentadora, teniendo en cuenta las
prestaciones actuales de alguno de los
interesados. Pero hace más de un año que
desde McLaren-Honda se pusieron en
contacto conmigo y me ofrecieron formar
parte, de una manera muy activa, de este
regreso de aquella unión, McLaren-Honda,
que dominó la escena durante tanto
tiempo.
Su reiterado y expresado deseo, constancia
y determinación a la hora de intentar que
me uniera a ese ilusionante tándem, han
sido algunos de los principales factores que
han hecho que tome esta decisión, sin
olvidar el más importante de todos:
compartimos un objetivo y unas
expectativas comunes, y hay un futuro
sólido, con garantías, por delante.
He estudiado todo en profundidad, junto a
los altos cargos de McLaren y de Honda;
he visto sus fantásticas instalaciones de
Reino Unido y Japón y tengo claro que,
juntos, McLaren y Honda están en el
proceso de comenzar lo que seguro será
una unión larga y exitosa. Mi intención es
entregarme al 100% para ayudar a que
suceda exactamente eso.
Finalmente, quiero agradecer la
persistencia de los que tanto han peleado
porque esto se hiciera realidad. Haré todo
lo que esté en mi mano por
corresponderles, a todos y al equipo,
partiendo de una fórmula que siempre ha
funcionado: esfuerzo, sacrificio, constancia
y fe.
Tenemos tiempo, tenemos ilusión y
contamos con los recursos necesarios. Que
vuelva el mito: ese es nuestro reto.