Las cifras, reveladas por un servicio de noticias financieras, indican que Ross compartió cerca de 24 millones de euros en dividendos con sus co-directores, antes de vender el equipo a la compañía Daimler por algo más de 130 millones, tras lo cual nació la actual Mercedes GP.
En sueldos, Brawn se pagó a sí mismo y a sus compañeros más de 8 millones de euros y prestó 3.5 millones al equipo para mantenerlo a flote, cantidad que posteriormente fue devuelta. Además, se reveló que las ventas de la compañía aumentaron un 38% entre 2008, bajo propiedad de Honda, y 2009, ya en manos de Brawn, con cifras que rondan los 280 millones de euros.