Como suele ser habitual en el espacio de Motos, el piloto de Ferrari (vestido con una sudadera roja de su propia marca de ropa) fue primero sometido a una entrevista llena de chistes fáciles, anécdotas y humor absurdo. Bajo la atenta mirada de una grada llena de público ataviado con camisetas de Ferrari y banderas de Asturias, Alonso contestó con mucho sentido del humor a preguntas muy básicas sobre la F1, dirigidas a un público que poco o nada sepa sobre el tema.
Tras la entrevista, llegó el turno de Jandro, uno de los colaboradores de 'El Hormiguero', que (después de besar en la cara un par de veces a Alonso y ser correspondido) simuló una carrera por el título Mundial en la que estuvieron presentes los monoplazas de Webber, Hamilton (acompañado de su padre), Button, Massa, Vettel y, por supuesto, Alonso. El ganador resultó ser el piloto español, así que esperemos que este juego le de suerte para las últimas cinco carreras del año.
Llegaba el momento de la competición real. Pablo Motos retó a Fernando a una carrera de vehículos de cuatro ruedas, pero a pedales. El asturiano, al que no le gusta perder a nada, no dudó en dejar atrás al presentador en los primeros metros para luego ir saludando por el plató a sus seguidores. En la "ceremonia del podio", Alonso descorchó una botella de champán con la que fue empapado Motos y gran parte del público.
Después de la carrera tocaba un poco de ciencia. Marron, otro de los colaboradores, intentaron sorprender a Fernando con un motor casero de nitrógeno líquido bastante llamativo y después intentando hacer caer una serie de lavadoras con ladrillos dentro. Lo segundo fue un "fracaso absoluto".
En resumen, podemos decir que Fernando se mostró bastante tímido al principio, pero poco a poco fue entrando en el juego de las bromas de Pablo Motos, para acabar divirtiéndose bastante al final del programa. Se despidió del público regalando a los allí presentes merchandising de su marca de ropa.