"El nuevo test de carga es un poco desafiante y hemos tenido que hacer algunas modificaciones menores para asegurarnos de que estamos dentro del límite de desviación que la FIA va a fijar," comentó Tim Goss, ingeniero jefe de la escudería.
Los nuevos tests, que tienen como objetivo terminar con los posibles elementos que controlan la distancia entre el suelo y el coche, someterán los diseños de los monoplazas a una dura prueba. "Creo que probablemente la mayoría de equipos tendrán que hacer cambios para lidiar con ello," comentó Goss.
Para terminar, el ingeniero británico también ha querido aclarar que los alerones delanteros no han sido modificados. "No hemos hecho ninguna modificación en términos de flexibilidad en nuestros alerones delanteros. Así que nuestros alerones -con una configuración preparada para Monza- son los mismos que hemos usado en lo que va de temporada".