"Sabíamos que este tipo de carreras son así. Independientemente del abandono hemos perdido dos puntos que tampoco servían para nada," explicó Fernando, que se mostró optimista de cara al futuro. "Creo que aún puedo ser campeón del mundo".
La carrera de Alonso, que partía desde la quinta fila de parrilla, se complicó pronto ya que su Ferrari recibió un fuerte impacto por parte de Rubens Barrichello, lo que le hizo perder bastante tiempo, además de los posibles daños que sufrió su monoplaza.
"En el incidente con Barrrichello estuvo la clave. Ahí perdí la carrera. Tuve que entrar en boxes para comprobar que el coche no tenía daños y eso me perjudicó muchísimo," comentó Alonso, que opina que su carrera hubiera sido muy distinta sin ese toque."Si hubiese pasado la primera vuelta normal igual ahora mismo estaba en el podio. Creo que los reglajes eran perfectos," prosiguió el español. "Supongo que si no hubiese tenido ese incidente con Barrichello no hubiera entrado a cambiar ruedas. Los daños del coche no los sé exactamente, pero iba en las rectas girando hacia la derecha, así que algo le pasaba...".
Después de esa accidentada primera vuelta, Alonso estuvo toda la carrera intentando recuperar posiciones para minimizar el daño que sus rivales por el título le estaban infringiendo hasta que, con la llegada de la lluvia, se estrelló contra las protecciones.
"Yo llevaba a los dos Mercedes delante y sabía que tendrían que parar y los pasaría, pero comenzó a llover y todos tuvimos que cambiar neumáticos. Eso hizo imposible que pudiera superarlos y entonces decidí arriesgar. Toqué uno de los pianos y se me fue el coche," recordó Fernando.
La próxima cita del Mundial, en la que Alonso intentará recortar la enorme diferencia que le separa de los líderes en el campeonato, será el Gran Premio de Italia. "En Monza corremos en casa y esa siempre es una motivación. Intentaré hacer una gran carrera," concluyó el asturiano.