El affaire nocturno de Lewis Hamilton con la policía de Melbourne antes del Gran Premio de Australia se ha cerrado con el juicio que se ha celebrado en la capital del estado de Victoria en el que se ha impuesto una multa al piloto inglés.
Hamilton, que fue representado por su abogado en el juicio y envió dos cartas explicando su versión de lo ocurrido, tendrá que pagar 500 dólares australianos (344 euros) por lo ocurrido.
"El revuelo provocado por este incidente ha sido muy grande y en si mismo, ha sido una forma de castigo para mí," decía Lewis en el escrito. "He estado muy preocupado porque soy un apasionado de la seguridad vial y llevo a cabo actividades para promover la seguridad en carretera de manera voluntaria, especialmente para los jóvenes".
Recordamos que el Mercedes C63 AMG que conducía el piloto de McLaren fue confiscado y subastado por las autoridades australianas, siendo vendido por 120.000 libras (146.000 euros), un precio más alto que el del propio coche.