Acompañaron estas firmas con una carta de protesta dirigida a Max Mosley, y que han reenviado a diversas instituciones culturales españolas, como a la Real Federación Española de Automovilismo o a la Ministra de educación y ciencia. En la misiva, señalan: "Hemos sido testigos de numerosas irregularidades que nos han impulsado a lanzar una iniciativa pública de protesta. Esta iniciativa se materializó en una petición de firmas por medios telemáticos, donde se describían algunas de las irregularidades presenciadas".
"No esperamos nada, sólo que sepan que no estamos ciegos. Queremos hacernos oír porque estamos pidiendo algo justo que va en interés del deporte, no del negocio", añade el documento que ha sido traducido a varios idiomas.