Una de las exigencias que puso Michelin en la lucha por convertirse en el nuevo fabricante de gomas para la F1 era que las nuevas llantas aumentasen radicalmente su tamaño, para hacerlas más parecidas a las de los coches de calle, y por lo tanto su tecnología pudiese aplicarse en el ámbito de los turismos.
Pirelli aceptó ser el sustituto de Bridgestone sin cambiar el tamaño de las ruedas en 2011, pero evidentemente a la marca italiana también le interesaría que los neumáticos de la F1 y de la GP2 se pareciesen lo más posible a los de calle. Por eso han propuesto la solución intermedia de aumentar las pulgadas poco a poco y año a año.
A priori podría parecer una buena idea para que las escuderías se fuesen adaptando poco a poco a trabajar con gomas cada vez más grandes, pero pensándolo bien, la propuesta podría resultar carísima a los equipos. Y es que cada pequeño cambio en el tamaño de los neumáticos implica un profundo proceso de desarrollo en lo relativo a frenos, suspensiones, chasis, fondo plano, etc. y hacer esto todos los años parece inviable.Así pues, de querer pasar a las ruedas de 18', lo mejor sería dar el salto directamente desde las de 13' y quizás 2013 sería un buen año para hacerlo, puesto que la Fórmula 1 cambiará radicalmente a partir de esa temporada.