El heptacampeón del mundo, quien no ha tenido un brillante regreso a las pistas tras su despedida en 2006, ha encontrado en el diseño del monoplaza una razón de peso para explicar el porqué de su clasificación actual en el Mundial de pilotos.
En opinión de Michael Schumacher, el coche de este año no se ajusta ni a su estilo de pilotaje ni al de su compañero Nico Rosberg, lo que tendría una fuerte incidencia en el desgaste de los neumáticos.
El piloto de 41 años ha apuntado que el monoplaza podría haber sido ideado en función al pilotaje de su predecesor en el equipo, Jenson Button, cuyas preferencias siempre se han inclinado hacia coches subviradores."Simplemente debes entender que nos encontramos el coche en nuestras manos", afirmó Schumacher explicando la escasa incidencia que tuvieron en la concepción del coche los dos pilotos recién llegados al equipo. "Esto es prácticamente un vestigio del desarrollo del coche del último año. Y hay bastantes compromisos a los que deben responder los piloto que llegan".
"Por supuesto que las ruedas son una cuestión importante. Pero la verdad es que el coche no está en equilibrio con nada, ni con las ruedas, ni con los pilotos. Por tanto, se trata de invertir en ello todo el tiempo para que el año que viene no ocurra lo mismo".
Michael Schumacher se encuentra en la novena posición del campeonato a 123 puntos del líder y a 56 de su compañero de equipo, algo que no agrada al piloto alemán. "Si miras la clasificación entenderás que de ninguna manera estamos satisfechos", afirmó rotundo.
Sin embargo, esta situación no ha hecho a Michael Schumacher replantearse su compromiso con Mercedes GP ni perder su ambición por volver a ganar: "La verdad es que me siento completamente en casa. Estamos en el camino correcto para competir de nuevo el año que viene".