"No diría que siento presión por pilotar en casa. Añade un poco de motivación, y luego probablemente encuentras esa décima extra dando la vuelta al circuito," comentaba el joven piloto de Red Bull, que ha recordado sus primeros contactos con el mundo del motor.
"Una vez fui con mi padre a ver unos entrenamientos libres en 1993 ó 1994", recuerda Vettel. "Me dieron escalofríos en seguida. He estado muchas veces con mi familia, normalmente con una caravana, y siempre ha sido una buena experiencia".
El joven alemán ha defendido a su compatriota al señalar que Michael "puede volver a adaptarse a la competición". "Si hay alguien capaz de hacerlo es él. Cuando le miro y veo su lenguaje corporal no veo confusión ni pánico," añadió Sebastian.Gracias a estos alicientes, el Gran Premio de Alemania parece que volverá a ser rentable para los organizadores, a pesar de que las previsiones aseguran que los aficionados no llenarán las gradas de Hockenheim.
"Después del anuncio del regreso de Michael, hubo un momento en que las ventas de entradas creció. Ahora las ventas han bajado," aseguran desde la organización, que cifran las entradas vendidas por encima de sesenta mil.