Desde el pasado GP de Bahréin se ha venido especulando con que el RB6 montaba algún tipo de sistema que permitía modificar su altura respecto al asfalto para las sesiones de los sábados, incluso McLaren intentó implementar un sistema así antes de que la FIA le parase los pies. Pero nada más lejos de la realidad, ahora se sabe que la clave de los coches azules está en el sistema de gestión del motor Renault.
El periodista de la ITV británica James Allen y Auto.it, edición digital de la revista Autosprint, han desvelado que el equipo austríaco cuenta con un elemento electrónico que hace que la salida de gases del propulsor se mantenga constante incluso cuando el piloto pisa el freno.
Esto, unido a los llamados escapes sopladores, hace que la carga aerodinámica del monoplaza aumente en gran medida incluso en las curvas lentas, lo que permite a Vettel y Webber un paso por curva más veloz que el de todos sus rivales.Es decir, el piloto va en recta, con los escapes produciendo un flujo de aire determinado hacia el difusor, llega una curva, el piloto pisa el freno, pero el motor sigue empujando (sin transportar este empuje a las ruedas) y por tanto el flujo se mantiene constante en la parte trasera del coche. Cuando el piloto vuelve a pisar el acelerador, el propulsor vuelve a hacer la función para la cual está, en un principio, destinado.
Dicho sistema sólo tiene un problema: es perjudicial para el motor. Por eso sólo lo activan cuando es estrictamente necesario, básicamente en la Q3. Utilizarlo durante una carrera entera haría que el corazón Renault se rompiese a las pocas vueltas, y por eso los Red Bull se muestran intratables en calificación, pero en carrera no tanto.
Aunque el sistema también plantea ciertas dudas: ¿Cómo consigue esto Red Bull cuando todos los equipos utilizan la misma centralita electrónica (ECU)?
Por otra parte, el resto de escuderías llevan ya más de una semana analizando las imágenes del accidente que sufrió Mark Webber en Valencia para intentar descubrir todos los secretos que guarda el fondo plano del RB6. Le puede salir caro a los chicos de Milton Keynes el pequeño vuelo del australiano en tierras españolas.