"Todo el mundo ha podido ver por televisión que el Safety Car desplegado tras el accidente de Mark Webber ha condicionado muchísimo la carrera de todos los participantes en el Gran Premio", señalaba Algersuari tras bajar de su monoplaza.
A pesar de ello, el español ha reconocido que su rendimiento durante todo el fin de semana ha estado por debajo de las expectativas y por detrás de su compañero de equipo Sebastian Buemi, que acabó de nuevo en los puntos.
"Sin excusas, Valencia ha sido, para mí, el Gran Premio de Fórmula Uno más complicado y difícil de 2010," comentaba el español. "Por un cúmulo de razones que tienen su origen en un circuito muy exigente con los frenos, con la trayectoria, con el punto de frenada y con el ángulo de las curvas más lentas"."No me he encontrado bien en ningún momento con los frenos; ni el viernes, ni el sábado ni tampoco hoy, y es la primera vez que me ocurre este año", reconocía Jaime, que se encontró con Michael Schumacher en su retrovisor al final de la carrera.
"He estado haciendo un trabajo de locos a menos de un segundo casi toda la carrera de Felipe Massa, y manteniendo a raya a Michael Schumacher durante casi dos horas," narraba el español, que ya está dispuesto a pasar página y centrarse en la próxima carrera.
"Me voy de Valencia pensando que desde que empecé a correr en monoplazas a los 15 años, cada temporada ha tenido su blanco y su negro, su negativo y su positivo," añadió Alguersuari. "Valencia ha sido negro y negativo para mí, pero como me ha ocurrido también antes, volveré a Valencia si Dios quiere en 2011 con las ideas más claras sobre cómo utilizar los frenos en esta pista tan caótica".