"El C29 es un coche realmente malo, sólo podemos ajustarlo un poco," reconocía Sauber al diario Blick. "Ha sido un regalo de despedida desagradable por parte de BMW y de Willy Rampf. Todas nuestras esperanzas se centran ahora en el C30 del próximo año".
Los pilotos del equipo suizo tan sólo han conseguido llevar su monoplaza a meta en cuatro ocasiones de las 16 posibles, una de ellas en la zona de puntos, y sólo han logrado completar el 40% de las vueltas de los ocho Grandes Premios disputados.
Además del sistema hidráulico que ha sido la causa de tres abandonos, el principal lastre de Sauber está siendo el motor Ferrari, que acabó con la carrera de Pedro de la Rosa en Canadá, donde el español estaba utilizando su quinto motor de la temporada."Cinco fallos en el motor Ferrari en ocho carreras es inaceptable y no nos ayuda a ganarnos la vida," confiesa el suizo. "Tenemos una regla de ocho motores por piloto para toda la temporada pero sin duda vamos a necesitar más, afrontando penalizaciones como la pérdida de diez posiciones en la parrilla de salida."