El piloto de McLaren Lewis Hamilton parece que finalmente no tendrá que viajar de nuevo a Australia este año para declarar ante una corte de Melbourne, por los incidentes que protagonizó durante la celebración del Gran Premio del país oceánico.
Ya os hemos informado de que el británico recibió una citación judicial por su conducción temeraria en la ciudad australiana, según la cual tendría que presentarse en Melbourne el día 24 de agosto, sólo 2 días antes del inicio del GP de Bélgica. Pero finalmente no tendrá que acudir.
El diario inglés Daily Telegraph ha informado de que a cambio Lewis tendrá que pagar "una pequeña multa, algo que puede hacer un abogado local en su nombre".
Por cierto que el plateado Mercedes AMG C63 que "pilotaba" Hamilton aquella noche (y que le fue confiscado) fue vendido el mes pasado en una subasta por 158.000 dólares.