"Mi padre es cualquier cosa menos estúpido," comenta Nicolas, que a sus 32 años también ejerce como representante de pilotos. "Nosotros tenemos que hacer las cosas aún mejor para que no se nos critique".
"Nuestro expediente tiene que ser mejor que cualquier otro, porque no espero ningún regalo de la FIA, todo lo contrario," comenta el jefe de equipo, que ha conseguido tres títulos en GP2, aparte de dominar otras categorías inferiores.
El vástago de Jean Todt, además de dirigir los destinos de Felipe Massa, tiene en cartera a la gran promesa francesa Jules Bianchi, que forma parte del programa de jóvenes pilotos de Ferrari, compite en su equipo de GP2 y podría dar el salto con ART GP a la Fórmula Uno."Eso sería aún más agradable," reconoce Todt, que afirma que su país puede demostrar lo que vale en el Gran Circo. "Francia tiene un nivel alto tanto en el talento humano como en la empresa. Ciertamente es hora de demostrar de lo que somos capaces".