"Me sentí algo incómodo al asumir la responsabilidad de ser un verdadero representante de la FIA," señaló Hill. "Me imaginé que estaría allí proporcionando algún consejo como piloto a los comisarios, quienes luego tomarían las decisiones. Mi experiencia es como piloto, no como jurista o intérprete del reglamento".
Para el británico, la opinión de los pilotos que están ejerciendo de comisarios desde la primera carrera de esta temporada debería ser tomada como un simple consejo para los comisarios.
"Sería más apropiado para los pilotos actuar como consultores para los comisarios y no como auténticos jueces," comentó el ex piloto de Williams, que no entendió por qué tuvo que pronunciarse en un asunto más reglamentario que deportivo como el que envolvió a Schumacher en Mónaco."Mi malestar se debió a que fuimos llamados a pronunciarnos sobre al incidente de Michael. Y hubo alguna sonrisa irónica cuando él entró en la habitación de los comisarios," explica Hill, viejo rival del alemán en la década de los noventa.
"Sé que la mayoría de la gente me cree cuando digo que actué de forma plenamente adecuada y correcta, pero inevitablemente ya he recibido algunos correos hirientes acusándome de tener prejuicios," reveló el antiguo campeón del mundo.