"La pregunta es si nosotros podemos obtener los neumáticos de forma gratuita o tenemos que pagar por ellos", reflexiona SIR Frank Williams. "Ya ha habido algunas conversaciones, algunas marcas ya han fabricado neumáticos para la Fórmula 1, pero otros no".
Aunque mantiene la calma con respecto al problema que ha surgido tras el anuncio de la marcha de Bridgestone, ante la urgencia de la situación, Williams espera que la negociación con el nuevo proveedor de neumáticos se resuelva de manera positiva.
"Si un fabricante de neumáticos quiere estar en la Fórmula 1, debemos tener en cuenta sus exigencias y tratar de llegar a un acuerdo con los objetivos de los equipos," explica el patrón del equipo de Grove, que reconoce que sería "muy caro" cambiar la normativa de neumáticos.Otro de los aspectos de la normativa que se está negociando para la próxima temporada es el retorno de los sistemas de recuperación de energía, que cayeron en desuso al inicio de esta temporada cuando los equipos decidieron por acuerdo común no usarlo en 2011.
Williams entiende que el KERS "es algo muy útil para el control de las emisiones y ahorrar energía", aunque reconoce que "es caro, difícil técnicamente y un gran trago, pero tarde o temprano la Fórmula 1 va a sacar tajada de él".
Lo que es seguro es que la normativa respecto a la tecnología deberá ser clara, barajándose dos opciones: la especificación clara de potencia y características del sistema o que se equipe un sistema común para todos los equipos, que podría ser el de Williams.
"Si tres equipos tuvieran KERS y los otros siete no, no tenerlo sería una gran desventaja para ganar carreras, ahora que el sistema es mucho mejor. Creo que o debería ser obligatorio o estar prohibido del todo".
Al ser el único equipo que apostó por un KERS basado un volante de inercia, el equipo británico estará en desventaja si finalmente se decide a utilizarlo. "No podemos usarlo porque ocupa más espacio; el único lugar para ponerlo está detrás del piloto," reconoce el británico.
"Como el tanque de la gasolina es tres veces mayor de lo que era hace dos años, si quisiéramos montar el KERS, habría que fabricar el coche más grande que un autobús de Londres. Así que… lo montaremos en otro lado," concluye Williams.