Opinión: ¡Dichoso tráfico!

Como se está convirtiendo en norma desde unos años para aquí, ha habido varios pilotos que han vuelto a justificar su falta de acierto en calificación quejándose de que "haber sido estorbado" durante su vuelta lanzada, entre ellos el insigne Michael Schumacher.

Dejando de lado si Michael echa de menos el incesante apoyo que recibió de los comisarios durante gran parte de su carrera, sus quejas y las del resto de contendientes aviva un debate que, pese a ser bastante antiguo, se ha reabierto con la ampliación de la parrilla que ha dado entrada a equipos notablemente más lentos que los puntos.

La excusa del tráfico ha estado en boca de los pilotos desde que la Fórmula Uno se llama Fórmula Uno, aunque tan sólo en la última época se ha comenzado a sancionar deportivamente a los pilotos por estorbar en calificación, aunque fuera de forma involuntaria, convirtiéndose en otra herencia de la era Mosley.

Evitar el tráfico en calificación es un arte que ha sido utilizado por los más grandes en la historia para conseguir buenos resultados en parrilla. Gran parte de las 65 poles del inolvidable Ayrton Senna estuvieron basadas en una buena elección del momento en qué salir a pista, haciéndose un hueco entre los pilotos lentos (que los había y eran muchos más lentos de lo que pueden ser los novatos en 2010) para poder disfrutar de una vuelta limpia.

Se sancione o no, los estorbos en calificación seguirán existiendo. Hay que tener en cuenta que los pilotos lentos también van buscando sus límites con mucho en juego, así que puede ser considerado prácticamente como un insulto que se les sancione por hacer su trabajo como es debido.

Obviamente siempre existen excepciones y en muchos casos, estos episodios ocurren con pilotos en su vuelta de salida a pista o deceleración, con lo que la situación se complica. Sea como fuere, si el estorbo no ha sido deliberado no debería pasar de ser considerado como un mero 'incidente de carrera'.

Heikki Kovalainen reclamaba hace poco la supresión de las banderas azules. Apartando un lado las circunstancias del finlandés, parte implicada en la polémica desde el momento en que firmó por Lotus, la situación de los doblajes se puede ajustarse a lo antes comentado: de no ser deliberado, no debería ser sancionable.

Por eso me alegro de que los comisarios de la FIA no hayan "metido mano" en la calificación del día de hoy. Seguramente, la presencia de un antiguo piloto entre los comisarios será de mucha ayuda en estos casos: al fin y al cabo, los Prost, Mansell, Hill y compañía también habrán estorbado a un piloto más rápido alguna vez.

Así pues, y con la parrilla en su legitima configuración, nos espera una gran carrera. Red Bull se ha mostrado muy fuerte durante todo el fin de semana y si realmente no tienen problemas de consumo, deberían asegurar la victoria en Australia.

Su único rival será Fernando Alonso, que tendrá una buena opción en la salida para adelantar a Mark Webber al salir por el lado o de la parrilla e intentará aprovechar las circunstancias para rebasar a Vettel. Sea en pista, por estrategia o por ser más hábil en el noble arte de librarse de los doblados. Así es la Fórmula Uno.