
Los últimos rumores apuntan a que los neumáticos delanteros del MP4-25 no llegan a conseguir la temperatura óptima de funcionamiento y eso hace que en las frenadas no agarren tanto como deberían. Para intentar entender el problema real, los chicos de Woking han colocado en el coche dos retrovisores con una cámara infrarroja en su interior (imagen superior) durante los entrenamientos libres del viernes del GP de Australia.
Ahora toca esperar a ver con que soluciones nos sorprenden en los próximos Grandes Premios.