
Todo comenzó en 2008 cuando Vettel, en las filas de Toro Rosso, comenzó a llamar a su monoplaza con un nombre de mujer, Julie. Visto el buen rendimiento de Julie, Sebastian continuó con su superstición apodando al RB5 de 2009 como Katie.
Pero la enorme evolución que el equipo introdujo en el monoplaza en las primeras carreras de la pasada campaña hizo que el joven alemán rebautizara su monoplaza a 'Kate's Dirty Sister' (la 'hermana sucia de Kate'), porque se convirtió en una máquina más "rápida y agresiva".
Y para 2010, Sebastian no podía dejar la oportunidad de poner nombre de mujer a su monoplaza y el elegido ha sido 'Luscious Liz' (que podría ser traducido como 'deliciosa' o 'seductora' Liz). "Como un barco, un coche debe ser el nombre de una chica, ya que es sexy," afirma el joven piloto de Red Bull.