"Fundamentalmente, creo que los circuitos son probablemente lo más influyente", explicó Newey en la revista Racecar Engineering. "Todo el mundo se sigue olvidando constantemente de eso, ya que se considera es más fácil cambiar los coches que cambiar el diseño de los circuitos."
Estas palabras son muy similares a las pronunciadas hace unas semanas por Sam Michael: "Los organizadores necesitan fijarse en crear curvas más lentas y eliminar las chicanes. No se puede seguir culpando al diseño del coche. La FIA está tratando este tema en este momento y esperamos que resuelvan el problema," comentaba el ingeniero de Williams.
Así pues, parece que esta es la opinión generalizada en el paddock, que recela de que las modificaciones en la configuración de los coches puedan ser la clave para mejorar el espectáculo en pista, a pesar de que se considera que los retoques en la normativa para la próxima campaña ayudarán a los pilotos a acercarse más a sus rivales.