El orígen de esta equivocación procede de cuando, un día antes de publicar la transcripción, la FIA envió los documentos a ambos equipos, para redactar la información técnica y confidencial. Pero cuando los documentos se publicaron en la red, las zonas tapadas pertenecientes a la información confidencial que contenía el documento, podía ser descifrada copiando y pegando dicho texto en un editor de textos cualquiera. Rápidamente la FIA sustituyó dichas copias, pero ya era tarde.
Ahora gran parte de los profesionales que trabajan en la Formula 1 conocen información confidencial de las dos escuderías, no solo los detalles técnicos del coche y los equipos sino también datos como el salario anual del diseñador jefe de McLaren, el actualmente suspendido Mike Coughlan, y la distribución exacta de pesos del MP4-22, de la misma forma que se conocen sistemas adoptados por Ferrari. El error de la FIA también ha revelado la filosofía de los sistemas de frenado variable tanto de McLaren como de Ferrari y más información privada como el método de Ferrari para inflar sus neumáticos.
La FIA confirmó la pasada semana que las transcripciones las realizó un taquígrafo profesional y fueron formateadas en PDF por una empresa de trascripción independiente.