Los 257 trabajadores de la fábrica están haciendo un buen trabajo, ya que el chasis está obteniendo buenos resultados en los pruebas de coche de la FIA y podría recibir la completa homologación en breve. "Vamos bien de tiempo, ¡y ya hemos destruido dos millones de euros!", bromea el director técnico, Giorgio Ascanelli.
Hasta esta temporada, Toro Rosso podía compartir desarrollo con su hermano mayor Red Bull gracias a que ambos monoplazas provenían de la empresa Red Bull Technology, que era legalmente declarada como una empresa externa a ambas escuderías. Sin embargo, la FIA cambió esa normativa, por lo cual, el equipo italiano tendrá que desarrollar su propio monoplaza.