Primero se dice que podrán tenerla todos aquellos pilotos que hayan competido en, al menos, cinco carreras de la pasada temporada, los que hayan competido en quince en los últimos tres años, o los probadores de la última temporada, y para los pilotos debutantes, se les concede la superlicencia a los que hayan competido en Fórmula 2, GP2, F-Nippon, IndyCar, F-3 Euroseries, World Series, o la F-3 de España, Gran Bretaña, Italia o Japón. Si un piloto no cumple ninguna de estas condiciones, podría correr en un test de dos días y la FIA decidiría si finalmente se le da la superlicencia.
Esta última sería una buena opción para Michael y Mercedes, pero haría al equipo buscar un circuito, pedir la autorización de la FIA... Sin embargo, hace un mes, la FIA, cuyo presidente es Jean Todt y eso podría ser otra ventaja para Schumi a la hora de conseguir su superlicencia, declaró: "De forma excepcional, si la comisión de seguridad es favorable, el Consejo Mundial de la FIA puede conceder la licencia a un piloto que cumpla el objetivo que se busca en la selección".