La banquera Lloyds Banking Group, en la que el gobierno británico tiene una participación del 43%, ha confirmado su entrada en el accionariado de la escudería Virgin Racing, que debutará en la próxima temporada en Fórmula Uno.
"La inversión concuerda con los principios básicos de buscar segmentos atractivos de mercado, de apoyar negocios británicos, gestiones probadas de equipos, y de la continua inversión a través del ciclo de negocios", señaló en un comunicado.
"Es una nueva era en la Fórmula 1", asegura Carl Wormald a The Financial Times, que cifra el acuerdo en unos once millones de euros. "Hay restricciones de costes, pero los ingresos son los mismos. Hay un cierto grado de estabilidad".
"LBG cree que una inversión ahora en la Fórmula 1 es más atractiva desde que la Federación Internacional se ha movido para asegurar que, una ya muy atractiva industria, sea más viable en el futuro," concluye el nuevo accionista de Virgin.