Tras ser el gran perjudicado por el escándalo del 'crashgate' en la carrera de Singapur en 2008, la declaración de hoy de Briatore tiene como principal objetivo ofrecer pruebas suficientes para revocar la prohibición.
Philippe Ouakrat, abogado del magnate italiano, ha comentado que la sanción y lo que la rodea respondía a una trama ya organizada, considerando que "actuaron cegados por el afán de venganza de un solo hombre", en referencia velada a Max Mosley.
Ouakrat, como jurista, tiene claro que la sanción es "radicalmente ilegal. Y ahora pretenden demostrar que la sanción no ha existido, que ha sido tan sólo una recomendación a todos sus miembros para que no traten con mi cliente".Incluso antes de la reunión del Consejo Mundial de la FIA en septiembre, Briatore ya admitió que llevaría el caso ante los tribunales civiles y de hecho, él y Pat Symonds no se presentaron a su cita con el Tribunal Internacional de Apelación de la FIA