"Fue algo misterioso para nosotros al principio, pero está claro lo que era, en cierta medida, han sido utilizados como peones entre la FIA y la FOTA", explicó Birrane, que señaló el frustrado limite de presupuesto de 30 millones de libras como un ejemplo de que la FIA "no cumplió lo prometido".
"La guerra entre FIA y FOTA fue muy preocupante para nosotros y sin duda, fue el motivo por el que uno de los inversores potenciales se apartó del proceso", revela Birrane. "Decidimos retirar nuestra solicitud, porque no queríamos que se nos utilizará en este conflicto político. Había muchas luchas internas e incertidumbre en esa etapa y todo lo que queríamos hacer era competir".
Aparte de la guerra política, Lola también se une a los equipos que se han quejado por las posibles irregularidades en el proceso de elección. "No creo que las capacidades técnicas se tuvieran suficientemente en cuenta en el proceso. Nuestra contabilidad comercial, deportiva y más cosas, todo parecía en el buen camino.""Sin embargo, los mensajes que recibimos de la FIA en Lola era que todo estaba de acuerdo con sus normas y que la intención de la organización era que entraramos para ser competitivos en la Fórmula 1. Queda por ver si los tres nuevos equipos que fueron seleccionados pueden conseguir algo más que 'status'," concluyó Birrane.