"Ha sido un año prácticamente a ciegas. No había hecho casi ni un kilómetro e iba poco menos que al matadero. Pero estoy contento de haber salido así y de haber estado en la Q2 en las últimas dos carreras", explicó el barcelonés, que ya ha participado en ocho carreras.
"Sinceramente, a principio de año, cuando me entrenaba en el gimnasio para preparar las World Series by Renault, si me hubiesen dicho que estaría el 17º ó 18º en la Fórmula 1 hubiese estado encantado," reconoce Alguersuari. "Clasificarme el 14º en Brasil, estar en la Q2, estar siempre entre el 10 y el 15... se han superado las expectativas. Las mías seguro, y creo que las de todos".
"Ha habido muchas carreras que no he acabado, por problemas técnicos. Este año hemos tenido muchos problemas hidráulicos, en Abu Dhabi, Monza y Singapur. Es una pena no haber podido acabarlas, pero entra dentro de las posibilidades no concluir una carrera".
"Esperemos que la tecnología nos ayude el año que viene para tener menos abandonos. Con el dinero que hay en el Fórmula Uno, es una pena que nos pase esto... tendríamos que solucionarlo", comenta Alguersuari, que podrá realizar una pretemporada usual que servirá para completar su fase de adaptación.
"Habrá seis días de pruebas y tendré una buena base, sin duda, y veremos al mejor Jaime al acabar el año. El principio de temporada será duro, porque no conozco los circuitos, sobre todo las primeras carreras. Al final del año estaré bien, incluso por encima de Sebastian Buemi, esta es mi expectativa", explica Alguersuari.
Sin duda, uno de los problemas del español, aparte de su lógica inexperiencia, ha sido el trato que ha sido el inesperado trato de la prensa de su rol de 'aprendiz'. "Lo que más me ha sorprendido ha sido la gente; lo que habla, lo que se dice, la prensa, todo el mundo poniendo ahí la aguja a ver si puede reventar. Me ha sorprendido negativamente. Muy negativamente", señaló el piloto de Toro Rosso.
"De hecho, una anécdota que recuerdo antes de Hungría fue que mi padre me dijo que le prometiese que cuando me cayese, me volvería a levantar. Le miré y de dije: '¿Tan difícil lo ves?'. Yo le dije que pensaba que me quedaría a dos segundos de Buemi, o tres, y que al final del año quizá estaría a uno. Me dijo que dentro de la pista no me tendría que preocupar, sino fuera de ella. Acabamos Hungría y entendí entonces de qué me estaba hablando: la gente habla mucho, los intereses...", relató.
Después de lo vivido en estas intensas semanas, el barcelonés dice haber aprendido a olvidarse de los críticos. "Quiero a mis amigos y a la gente que me apoya, y a los demás no los quiero; gente que no está conmigo y que me critica a la espalda. No me tendría que afectar y creo que no me afecta", subrayó el español.
Para tenminar, Alguersuari reconoce que competibilizar la Fórmula Uno con las World Series ha tenido sus pros y sus contras. "Fue muy productivo por una parte, pero también fue un error. Total. Estaba invirtiendo energía en dos especialidades y no focalizaba en un sólo ámbito. Llegaba a las pruebas y la gente estaba al 120% y yo no. Ha sido un error",
