Cuando Grosjean aceptó substituir a Piquet seguro que no esperaba que aquella oportunidad estuviese envenenada, y es que el R29 se ha convertido con el paso de las carreras en el auto menos competitivo de la parrilla.
El francés no ha cuajado ninguna actuación relevante y ha sido protagonista de numerosas salidas de pista, quedando siempre lejos de los puntos o abandonando. Esto hace que sus opciones para seguir en Renault, o en la F1 de cara a 2010 no sean muy elevadas.
Sin embargo Grosjean no cree que esto sea le fin de su carrera, según comentó a France Presse: "Si la historia se acaba aquí, es un auténtico desastre, ya que el coche nunca mostró un gran desempeño. Soy un luchador, y tengo que luchar hasta el final. Debo esperar a la decisión del equipo."
Desgraciadamente para el francés muchos nombres han sonado en los medios de comunicación para acompañar a Kubica en 2010, y él, por lo general, no estaba en esas quinielas.