El italiano acababa de estrellar su monoplaza contra las protecciones del trazado brasileño y, mientras intentaba salir del habitáculo, un avispado comisario se largaba con el volante que Liuzzi previamente había quitado del coche. Nada más recuperar la vertical, 'Tonio' corrió detras de dicho "personaje" para recuperar uno de los bienes más preciados en la F1.
"El equipo me ha dicho: 'No importa lo que pase, nunca dejes que el volante escape de tus manos'", decía Liuzzi. Y es que no es para menos porque ese elemento puede llegar a costar 30.000€